Ha empezado la campaña de abonos de la próxima temporada y menudo comienzo. En solo 48 horas se han producido más de 5000 renovaciones y cerca del millar de nuevas altas. En solo 2 días tenemos más socios que los que van a tener en total los otros clubes de esta categoría en la que vamos a militar este año. Obviamente este ritmo de altas y renovaciones no se va a repetir a lo largo de los siguientes días, si no íbamos a llegar a los 30.000 socios antes de la semana que viene. Pero lo que ha demostrado el deportivismo, una vez más, es una fidelidad a su club que difícilmente podríamos encontrar en cualquier otro club. Seguramente Tebas no lo entienda, pero eso ya es algo esperado.
No es la primera vez que el deportivismo se moviliza de esta manera apoyando a su club. Ya en el verano de 1992, cuando los clubes profesionales se vieron obligados a convertirse en SAD (con la excepción, ya sabemos, de R.Madrid, FC Barcelona, Ath. Bilbao y At. Osasuna), la afición coruñesa acudió entusiasmada a la llamada del club y conseguimos entre todos que nadie tuviese más del 1% del capital social. Miles de deportivistas acudieron a la llamada del club y se lanzaron a suscribir acciones. Ningún otro club vivió un hecho similar y no fueron pocos los que tuvieron dificultades para cubrir el capital social (el R.Murcia descendió por ese motivo y el CD Málaga incluso desapareció). Muchos equipos recurrieron a las ayudas públicas y otros cayeron en manos de los Gil, Lopera, Eguizábal o los Ruiz Mateos debido a que sus aficiones no habían cubierto con sus aportaciones el capital social. En Coruña no pasó nada de eso. La movilización fue espectacular.
Y otro momento para recordar fue en verano de 2011, tras descender a Segunda después de 20 años en Primera y de haber jugado con la flor y nata del fútbol europeo. Pues bien, todos recordamos las largas colas de deportivistas para renovar el carnet para la siguiente temporada en Segunda. Por no hablar de las entradas en Riazor cada vez que el Deportivo jugaba en casa. Tuvimos más socios en Segunda que el año anterior en Primera. Lo dicho, somos de otra pasta y podemos presumir de ello.
Este año va a ser muy diferente. A la ya manida pandemia que va a impedir acudir a Riazor hasta sabe Dios cuando se une el hecho de que vamos a jugar en una categoría que no se parece en nada a la que vivimos hace ya 40 años. Muchos vamos a renovar un carnet por un precio irrisorio sin saber si recibiremos alguna contraprestación en forma de asistencia a Riazor. Y si finalmente podemos ir estoy seguro que todos pagaremos la diferencia con mucho gusto. Nos da igual si el rival se llama Zamora, Almería o At. Madrid. Nosotros vamos a ver al Depor.
Este año, si el virus no lo impide, podremos llevar 30.000 personas a Riazor a ver un partido de Segunda B. Batiremos todos los records de la categoría en cuanto a número de socios y en cuanto a asistencia el día que se permita. Ni Tino Saqués ni Angel Torres, ni el Joni el poligonero ni el clan Tebas se lo podrán explicar. Es muy difícil que lo entiendan.
Yo esta semana renovaré el carnet de un amigo que está fuera y suscribiré también el mío. Los dos, junto con otra amiga que ya lo ha renovado, iremos a recogerlos la semana del 21 y luego nos iremos a tomar algo, que ya hace mucho que no nos vemos. Y es que el Depor es una buena excusa para juntarse, ¿verdad?