Hay una imagen del Depor-Milan de 2004 que seguro que todos ustedes recuerdan. Aparecen todos los jugadores deportivistas y por encima de ellos se ve a un jubiloso Valerón abrazándose a todos mientras a la derecha de la foto se observa a un futbolista del Milan apesadumbrado ante la que les estaba cayendo encima. Recuerdan esa imagen, ¿verdad? Pues bien, aquel apesadumbrado futbolista era nada más y nada menos que Clarence Seedorf. No hace falta que lo presente, supongo.
Seedorf fue fichado por Tino Fernández en febrero de 2018 en su enésimo golpe de timón tras haber fulminado a Mel y a Cristóbal.
Y no sabemos si lo que buscaba era un golpe de efecto o darle glamour al banquillo deportivista, pero la realidad es que el fracaso fue estrepitoso. Un entrenador sin experiencia previa y menos en situaciones desesperadas, que gana dos partidos de 16 y que desciende a Segunda un mes antes de acabar la competición. Un absoluto fracaso.
El caso es que me fijo en su balance en Riazor como entrenador y veo que bajo su dirección el Deportivo jugó 8 partidos, que perdió 3, que empató 4 y que solo consiguió una triste victoria ante un desahuciado Málaga. Un balance paupérrimo, sin duda. Tampoco fue mucho mejor el balance a domicilio, pero no me voy a ocupar hoy de eso.
Hoy me quería fijar en el balance de Seedorf en Riazor, pero no como entrenador, sino como jugador. Es decir, como rival. Y la verdad es que los datos son bastante curiosos. Y digo curiosos porque fueron completamente distintos a los que obtuvo como entrenador. Nos visitó en 5 ocasiones, nos ganó una vez, empató otra y cayó estrepitosamente en 3 ocasiones.
En la temporada 97-98, su Real Madrid arrancó un empate 2-2 en Riazor. Y no ganó de milagro porque Savio mandó a las nubes un penalti en el tiempo de descuento.
Un año después, y otra vez con Seedorf en el once inicial, el Real Madrid caía por 4-0 con una imagen para el recuerdo del propio Seedorf y Mijatovic discutiendo en el césped mientras su compañero Karembeu intentaba separarles.
Ya en la temporada 2002-2003 llegaría la única alegría del holandés como futbolista: 0-4 con su Milán en Champions y con un gol suyo. Un año después llegaría nuestro querido y recordado 4-0.
Y ya, por último, en el Teresa Herrera de 2006, un Deportivo que inauguraba la época del Babydepor se imponía al Milan de Seedorf, Pirlo, Gattuso, Kaká e Inzaghi por 3-1. Resumen: 3 victorias del Depor, un empate y una victoria del equipo de Seedorf.
Al final, tenemos que Seedorf en Riazor ha jugado/entrenado en Riazor en 13 ocasiones, ha ganado 2, ha empatado 5 y ha perdido 6. Un desastre. En cambio, a los deportivistas nos gusta que el bueno de Clarence venga a Riazor cuando quiera. Pero eso sí, que sea como rival.