Gaizka Garitano volvió a enseñarle la puerta de Abegondo a Álex Bergantiños. El técnico lo dejó fuera de la convocatoria del partido de hoy de Copa, que es como decirle que no cuenta con él ni para completar la lista pese a estar falto de efectivos entre sancionados y lesionados.
Es evidente que el máximo responsable de la plantilla no cuenta con el coruñés ni en los momentos de apuro, lo que quiere decir que le sobra. Ni se corta, hasta vería con buenos ojos una salida del futbolista coruñés. Es verdad que es una decisión de Gaizka y sus colaboradores, pero resulta que Álex Bergantiños no es un 'cualquiera' dentro del plantel. Es uno de los capitanes y su valía quedó más que demostrada a lo largo de su carrera profesional, pero es lícito que al entrenador le guste o no su estilo de juego. Pero sí merece un respeto por todo lo que significa. No recuerdo al chaval de la Sagrada Familia una salida de tono, un bajar de brazos o un 'borrarse' a pesar de no tener oportunidades. Álex siempre ha sido una figura que une, que trabaja como el que más para tener una mínima oportunidad si se la dan. Ahí está su esfuerzo diario en cada una de las sesiones.
Incluirlo en la lista de convocados sería reconocerle ese deportivismo que transpira, además de darle el valor que se merece. Pero insisto, los que tienen la palabra no son los medios de comunicación ni los aficionados, es el técnico. Álex Bergantiños tiene el derecho a elegir su futuro, incluso el de esperar un cambio en el banquillo.