No ha cambiado nada desde la última alineación de Anquela. El Málaga tenía el control del balón desde los primeros minutos y llegaba sin miedo, con transiciones rápidas, demostrando que salió a ganar.
Mientras el Depor, de nuevo, salía con una marcha menos, no llegaba a los dominios de Munir, con un juego muy lento e imprecisiones en los pases. Sigo sin ver las diferencias con el equipo de Anquela.
Un Depor nervioso, con fallos muy graves de Montero, internacional sub 21, y un juego más pendiente de la sorpresa que de la jugada elaborada. Un equipo al que no le salía ni la estrategia. En el 41, en un fallo de marcaje dejando a Mikel solo en el segundo palo, llegaba el gol. En la segunda no hacía cambios de inicio Luis César, mientras el Málaga quería sentenciar cuanto antes y obligaba a Dani a hacer dos grandes paradas.
El Depor, con fallos defensivos, dejaba el campo libre para que lo matase el Málaga en las contras. A partir del 55 Luis César daba orden a los dos laterales que se desdoblasen y eran los mejores momentos, cuando encerraba al Málaga en el área.
En el doble cambio se pasaba un 4-4-2, pero no se creaba peligro. El Málaga adelantaba la defensa y les hacía caer en fuera de juego. El trabajo bueno de Dani se iba al traste con el fallo final. Solo fue a buscar el triunfo el Málaga, ante un Deportivo que está muerto, física y mentalmente.