Te entiendo y no te entiendo. Entiendo que te duela que tu equipo no gane, que cometa errores de talla XXL, que inspire la misma confianza que un pedido en Aliexpress, pero no entiendo que le cargues el muerto a Rubén y a Albentosa, que consideres deficiente la plantilla y que no observes ninguna mejoría -independientemente de los puntos- tras el cambio de entrenador.
Todos, incluso el Málaga contra el Real Madrid y el Alavés contra el Barcelona, buscan, de una manera u otra, ganar. Siempre. Lo lógico en un equipo como el tuyo es que el número de victorias a final de temporada oscile entre siete y doce. Por eso no debes desesperar por pasar un mes en blanco. Tienes que entender que la situación es otra bien distinta a la de hace quince años, tiempo suficiente para asimilar que lo más común es no ganar, aunque algunas derrotas hieran más que otras.
Te fastidia más un error XXL que cinco M. No te importa tanto que el rival te genere seis ocasiones claras y las falle todas como que se aproxime un par de veces y te meta un gol por un error individual. Probablemente, en una clasificación de los equipos que mejor defienden de liga, el tuyo no estaría en las cinco últimas posiciones: presiona bien, tiene actitud y buena organización durante muchas fases de los partidos, pero es el líder de los EPIC FAIL. Esos errores garrafales provocan derrotas y, lo que es más grave, ensombrecen lo positivo. Rubén se luce contra el Villarreal pero ‘canta’ ante el Valencia y ya se suspira por David Soria.
El Depor ha jugado buenos, regulares y malos partidos. Como el Barcelona, como el Betis, como el Atlético. Como cualquiera. La diferencia reside en que el Depor genera una tormentosa y angustiosa desconfianza porque en el minuto 3, en el 45 o en el 70 alguien, cualquiera, cometerá un error que supondrá un gol en contra que se traducirá en una derrota o en dejar de ganar un partido. Es como una sensación de pánico que no está, pero que aparece en cualquier momento.
No seré yo quien camufle el error, grave y evidente, de Rubén contra el Valencia. No seré yo quien diga que Albentosa es el mejor defensa de la plantilla. Tampoco seré yo el que cargue el muerto de las derrotas y de los malos resultados de tu equipo a estos dos jugadores. Puestos a buscar futbolistas que deban asumir responsabilidades, jamás señalaría a Albentosa, ese central que muchos insultan porque no tiene nivel de Primera -a mí me ha sorprendido positivamente en los dos últimos partidos-. Si consideras que es peor que los demás, reclámale rendimiento a los que consideras buenos o a los que se ficharon como buenos, a los que están para resolver partidos. Exígele más a los Zidanes que a los Pavones o, por lo menos, exígeles lo mismo.
La plantilla del Depor es mejorable, evidentemente. Yo echo en falta un mediocentro defensivo puro, competitivo, duro, serio. Echo en falta competencia para Juanfran. Echo en falta alguna pieza de banda para el ataque. Pero, ojo, en el Real Madrid echan de menos a Morata. Y desean a De Gea. Y sueñan con Neymar. Es lógico encontrar algún agujero en el plantel del Depor, pero quejarse de tener a Adrián, Lucas y Andone; a Schär y Sidnei; a Cartabia, Gil y Çolak; cuando tu objetivo es la permanencia, es quejarse de vicio.
Desde el exterior, aprecio unión entre presidente y entrenador y desgaste, tal vez porque las expectativas que se crearon no se corresponden con la realidad, entre afición y jugadores. Entiendo tu desilusión. Entiendo su ansiedad. No entiendo los insultos. No entiendo el rendimiento de algunos. Te entiendo y no te entiendo, pero te respeto a ti, aficionado del Depor, y a ti, futbolista del Depor.
