Imagine que usted es el presidente de un equipo de fútbol y en un esfuerzo económico notable, consigue fichar a Messi (o a Cristiano, o al crack mundial que usted prefiera). Demos por hecho que el jugador se encuentre en plena forma y motivado para dar el máximo rendimiento a su equipo, como corresponde a los millones de euros que usted ha puesto sobre la mesa.
Ante esa situación... ¿Intentará usted crear deliberadamente un ambiente hostil y negativo para el jugador, con el ánimo de hundir su carrera? Lo lógico sería que no. Más bien usted querría lo contrario: Que la estrella del equipo disfrute un entorno donde explotar al máximo su potencial, en beneficio del equipo.
Esto que parece obvio, recuérdelo en cualquier tertulia de bar, cuando el próximo 'enterao' le explique que un equipo francés ha perjudicado a Carlos Sainz por ser español, o que en una escudería inglesa le hacen jugarretas a Fernando Alonso para favorecer a compatriotas británicos.
Cuando se lo digan, trate usted de imaginar lo que cuesta contratar a Sainz, Alonso u otras figuras internacionales del motor, y pregúntese: ¿Les pagan millones de euros para hacerles la puñeta?
Extraiga sus conclusiones pero tampoco sea cruel con el 'enterao'. Piense que este tipo de argumentos se difunden a veces desde los medios de comunicación. No se escandalice. Simplemente valore que la trayectoria laboral de algunos 'informadores' va estrechamente ligada al éxito de los pilotos españoles. Y eso lleva a muchos periodistas de las dos y cuatro ruedas a ejercer de 'propagandistas', a cambio de garantizarse contactos y acceso directo al ídolo español de ese momento. Un ídolo cuyo entorno puede no aceptar la crítica, e incluso asumir como contraria toda opinión diferente.
El verdadero aficionado al motor, si está documentado, rara vez 'entra al trapo' en estas polémicas, orientadas a captar al 'hooligan' futbolístico. Pero hasta el hincha más descerebrado del fondo de un estadio tiene claro que, de fichar a Messi, no lo tendría para atender el teléfono o trabajar de jardinero.