Ahora que llega el primer parón futbolístico de la temporada es hora de destacar el cambio surgido en el calendario internacional durante los últimos años. La situación ha mejorado notablemente y no nos duelen prendas en reconocer que la labor de la FIFA y de la UEFA, los más importantes organismos balompédicos, ha sido fundamental para lograr un ordenamiento importante de las competiciones, aunque sin la presión de los clubes nunca se hubiera alcanzado este calendario unificado.

Todavía nos acordamos –hace no tantos años- del desbarajuste que se montaba cada vez que una selección tenía un partido oficial (o incluso amistoso). El programa sudamericano iba por un lado y el europeo, por otro, por lo que eran los clubes del Viejo Continente los que pagaban las consecuencias por la ausencia de sus mejores jugadores hasta incluso en varias ocasiones a lo largo de una temporada. El raciocinio, a veces, llega también a los dirigentes y esa parece una cuestión ya superada. 

Dicho esto, llega ahora el protagonismo de las selecciones en los próximos días. Tanto los equipos sudamericanos como los europeos tienen dos jornadas para añadir méritos a su clasificación para el Mundial de Rusia del próximo año, bien de forma directa o en la repesca de noviembre. Antes del mes de diciembre han de conocerse todas las selecciones que estarán presentes en la gran cita futbolística de cada cuatro años porque el día 1 del citado mes se efectuará el sorteo de emparejamiento, nada menos que desde el Palacio del Kremlin de Moscú. La cita del año que viene es entre el 14 de junio y el 15 de julio para 32 selecciones nacionales, nada menos, y un total de 64 partidos.

Todavía nos acordamos -hace no tantos años- del desbarajuste que se montaba cada vez que una selección tenía un partido oficial (o incluso amistoso)

Naturalmente, para nosotros destaca por encima de todo el partido que España jugará frente a Italia mañana. El que gane se clasificará con toda seguridad de manera directa para la fase final de la competición mientras que el otro acudirá a la repesca. En el partido de ida se produjo un empate a uno, por lo que en buena lógica un empate favorecería los intereses de los de Lopetegui, por estar en posesión de una mejor diferencia entre los goles marcados y recibidos, aunque esto podría cambiar en los partidos que faltan a cada una de las selecciones porque los españoles tienen una diferencia positiva de dieciocho goles por catorce los italianos.

De las 13 selecciones europeas que se clasificarán (más Rusia), algunas tienen el trabajo bien encarrilado, como Alemania, Bélgica o Polonia mientras que otras todavía deben de sudar en el terreno de juego. A destacar el grupo “I”, en el que Croacia, Islandia, Turquía y Ucrania tienen posibilidades claras todavía, lo mismo que Inglaterra, Eslovaquia y Eslovenia en el grupo “F”.  Los campeones de los grupos europeos se clasifican directamente mientras que entre los ocho mejores segundos habrá eliminatorias, ganándose la plaza los cuatro vencedores. 

En el grupo sudamericano se juega esta madrugada un interesante Uruguay-Argentina, en el que los de Messi no pueden permitirse fallar porque podrían caer a la sexta plaza (que los dejaría fuera) en caso de triunfo de Ecuador. Pero también aquí faltan cuatro partidos y hay mucho que jugar. Con Brasil prácticamente clasificado, quedan por repartir directamente otras tres plazas más la de la repesca. El quinto clasificado se jugará un puesto para Rusia contra el vencedor del grupo de Oceanía, que podría ser Nueva Zelanda o las Islas Solomon.

Del continente africano se clasificarán cinco  naciones, cuatro de Asia y tres de la CONCACAF, por lo que concierne a puestos directos. También habrá otra plaza de repesca entre un equipo asiático y otro de Centroamérica. 

En resumen, muchas selecciones y muchos partidos en una cita en la que los mejores jugadores quieren estar presentes, con la excepción de Ibrahimovic, que en su día había declarado ante su ausencia que el que más perdía era el Mundial. En fin…