A ninguna escudería la pausa estival le sentó tan bien como a Ferrari. Recompuesta de su maltrecha primera parte del campeonato, la fábrica italiana degusta una situación inusual y es que, por primera vez desde el año 2008, enlaza tres victorias en el Mundial.
En Bélgica e Italia se impuso el joven Charles Leclerc; en Singapur le relevó Sebastian Vettel, merced a una maniobra algo controvertida, puesto que el tetracampeón no rebasó a su compañero sobre el asfalto sino en la calle de boxes, durante el cambio de neumáticos.
La estrategia del equipo desposeyó al monegasco de un nuevo triunfo en beneficio del alemán, muy cuestionado en los últimos tiempos por la ausencia de victorias y los resultados en claro descenso. Ferrari escribió, así, un nuevo capítulo en la rivalidad entre sus dos pilotos.
Este serial anima, en todo caso, un Mundial que parece resuelto en favor de Lewis Hamilton y de Mercedes desde hace ya mucho. La brecha entre el inglés y Leclerc es de 96 puntos. Valtteri Bottas (Mercedes) es segundo a 65 unidades de su compañero de equipo.
Aunque difícilmente le alcanzará para luchar por el campeonato, la resurrección de Ferrari es notoria e interrumpe la tiranía de las ‘flechas plateadas’.
Propicio para Mercedes
La ciudad rusa de Sochi, sin embargo, emerge como un lugar propicio para que Hamilton o Bottas pongan fin al dulce momento de la ‘Scuderia’, que tomó el relevo de las dos victorias previas de Max Verstappen (Red Bull). Mercedes ha ganado las cinco carreras disputadas en ese trazado, con Hamilton (2014, 2015 y 2018), Nico Rosberg (2016) y Valtteri Bottas (2017).
La escudería más dominante de los últimos tiempos se exige volver a ganar tras haber visto discutido su poder en el último tramo del Mundial. Mercedes se ha llevado tan solo dos de las últimas siete carreras, coincidiendo con la irrupción de Verstappen, Leclerc y, en menor medida, Vettel.
Lejos de esa batalla conviven Pierre Gasly (Toro Rosso) y Carlos Sainz (McLaren), sexto y séptimo, respectivamente con 69 y 58 puntos.
El madrileño perdió fuelle en las últimas semanas. No cruzó la línea de meta ni en Bélgica ni en Italia. Y se quedó fuera del top-10 en Singapur por culpa de un pinchazo en la primera vuelta. En Sochi confía en volver a poner su contador en positivo para confirmarse como el mejor piloto del resto, ese que es ajeno a Mercedes, Ferrari y Red Bull y que animan Toro Rosso, McLaren, Renault y Alfa Romeo.
A ellos se acerca Racing Point por el empeño del mexicano Sergio Pérez, aun viéndose en la decimocuarta plaza de la clasificación de pilotos.