Desde la llegada de Fernando Vázquez y la apuesta por el sistema de cinco defensas, Eneko Bóveda es otro. El lateral vasco ha sabido adaptarse al puesto de carrilero, a lo que demanda esa posición, que exige más aportación ofensiva de la que estaba acostumbrado a tener con el esquema de cuatro zagueros.
Bóveda ha interpretado la partitura y ha contribuido a la evolución del Deportivo. Con Fernando Vázquez ha marcado el gol (el de la victoria ante la UD Las Palmas) y ha dado las dos asistencias que lleva esta temporada (ante el Racing de Santander y el Girona). Curiosamente, toda esa producción ofensiva la ha generado en el Estadio de Riazor.
Antes de esta etapa exitosa, el jugador blanquiazul incluso había perdido la titularidad en beneficio de Mujaid Sadick, un central, con Luis César como entrenador.
Con Vázquez ha vuelto a la banda y se suma al ataque como nunca. Ha marcado un tanto, pero podía llevar un par más porque, al igual que Mollejo por la izquierda, acompaña las jugadas ofensivas y ha pisado el área con frecuencia y ocasiones claras.
Bóveda ha disputado 21 partidos este curso, ha completado 86 recuperaciones y ha dado 614 pases buenos, con una precisión del 74,66 por cien.
Solo le superan en asistencias en la plantilla del Deportivo el centrocampista Ager Aketxe, que lleva cuatro, y el delantero Mamadou Koné, que ha dado tres goles. El japonés Gaku Shibasaki lleva, al igual que Bóveda, otras dos asistencias de gol.