El descenso prematuro del Fabril en Segunda B ha privado al aficionado al fútbol modesto de uno de esos derbis especiales que se recuerdan durante años. A Porta Santa acogerá por primera vez en la historia un partido entre el Paiosaco y el Laracha de la máxima categoría autonómica, pero es inevitable pensar en la magnitud de la emoción del duelo si el filial del Depor todavía no hubiera enterrado las opciones de permanencia en Tercera del equipo rojiverde. El derbi sigue siendo derbi, pero ahora con matices.

Es el Paiosaco el único que se juega la vida en un estricto sentido clasificatorio, mientras que el Laracha, descendido debido al convenio de filialidad con el Depor, debe aferrarse a la defensa de su propio orgullo.

El derbi es determinante para un Paiosaco que marca la salvación en la décimo sexta plaza con 35 puntos. No obstante, el equipo de Juan Riveiro sabe que ese puesto podría no ser suficiente para evitar el descenso si otro equipo gallego cae en Segunda B. La victoria se antoja vital para un club que la pasada jornada cayó ante el Arenteiro (2-1) con un gol ‘in extremis’ incluido. 

No obstante, el Paiosaco no es sospechoso de venirse abajo tras recibir golpes duros. El cuadro verdiblanco tratará de resurgir, una vez más, con la ayuda de una afición incansable que en Jueves Santo se dirigirá en procesión a su templo.

Por su parte, el Laracha llega a este choque después de recobrar la moral. La victoria de la pasada jornada en casa ante el Silva (3-1) puso fin a una serie de ocho partidos seguidos sin ganar. Curiosamente lo logró el fin de semana que se consumó su descenso. 

No obstante, el Laracha tiene motivos suficientes –formación de jugadores, finalizar la liga fuera de descenso, fastidiar a su eterno rival...– para salir a A Porta Santa a por la victoria. No lo logró en la primera vuelta, cuando el derbi acabó en empate (1-1), y hoy tiene una nueva oportunidad.

En el capítulo de bajas, Juan Riveiro pierde a Juanma y Ruchi por lesión e Iriso por motivos personales aunque recupera a Aythami. Por su parte, Óscar Gilsanz no puede contar con David García y Kanouté.