Ángel María Villar y la Real Federación Española de Fútbol han sido imputados por prevaricación, apropiación indebida y malversación de fondos públicos de 1,2 millones de euros de dinero público, según informa el diario El País.
La cantidad la recibió la RFEF en 2010 como ayuda para la candidatura de España junto a Portugal para organizar el Mundial 2018, que finalmente se jugará en Rusia.
La denuncia fue puesta inicialmente por Miguel Galán, que se presentará como candidato a presidente de la Federación Española en las elecciones que se celebrarán el próximo 22 de mayo, aunque posteriormente ha sido ampliada tras un escrito que recibió el Consejo Superior de Deportes.
A finales del pasado mes de enero la RFEF reintegró al CSD 1,5 millones de euros que éste le reclamó en octubre de 2016 de la subvención recibida en 2010 y que no utilizó para lo que fue solicitada. Uno de los destinos de ese dinero era una escuela de fútbol en Haití, para la que había una partida de unos 220.000 euros, que nunca se llegó a construir, después de que este país sufriera un fuerte terremoto. Un proyecto de educación deportiva en Libia (462.000 euros), un programa de capacitación para gestores de clubes y federaciones en Iberoamérica (254.000 euros) y programas de tecnificación internacional (287.000 euros) son las otras partidas a las que iba dirigida la subvención devuelta.
La RFEF pidió "disculpas ante los posibles daños causados" por el denominado 'caso Haití' el pasado 23 de enero y aseguró ser "la primera interesada en aclarar los hechos, como lo demuestra su total colaboración, desde el primer momento, con el Consejo Superior de Deportes y la Justicia", según señaló en un comunicado.