Hay futbolistas que necesitan solamente un par de acciones para que el espectador abra bien los ojos y pose su mirada en ellas. Otras, como es el caso de Iris Arnaiz Gil (Gijón, Asturias; 18 de mayo de 1994), van ganando al aficionado con el paso del tiempo. Un rápido vistazo no puede abarcar todo el trabajo que realiza la mediocentro defensiva del Deportivo Abanca en un partido. Manda, presiona, roba, temporiza, es ejemplar en las coberturas y tiene una buena salida de balón. Es la guardaespaldas del equipo blanquiazul.
Su actual temporada en la máxima categoría del fútbol femenino español está siendo para enmarcar. Sobre todo en el inicio del curso mostró todo su repertorio de habilidades y su conocimiento del juego. Actuando como pivote defensivo en el 1-4-4-2 en rombo de Manu Sánchez, es la socia perfecta para sus compañeras del centro del campo. Permite que las interiores se sumen al ataque sin apenas preocupaciones y tiene un don especial para detectar dónde irá a parar el balón en los ataques rivales.
El periplo de Iris en el Deportivo Abanca comenzó el verano de 2017. La jugadora astuariana hizo una apuesta arriesgada. Cambió el Oviedo Moderno, vigente campeón, favorito y equipo de su tierra, por el Depor, el aspirante con mejores condiciones. El tiempo le ha dado la razón. Se ha hecho con el brazalete del conjunto blanquiazul (es una de las cuatro capitanas) y nadie duda de su liderazgo.
Constante mejoría
Iris llegó al Deportivo sin hacer demasiado ruido pero su constante mejoría ha permitido al equipo coruñés ofrecer un plus en su rendimiento. Manu Sánchez, su entrenador, reconoció el pasado noviembre que en anteriores temporadas Iris intentaba abarcar más de lo que debía. Sin embargo, el técnico está encantado con la evolución de la mediocentro, de la que dijo que “conoce sus límites y no los traspasa”.
Por otro lado, la constante presencia de Iris en las alineaciones de la primera vuelta de la Primera Iberdrola también se debía a que era una de las pocas jugadoras del Depor que no contaba con un recambio natural. La defensa María Méndez podía ejercer su función en la medular pero el Depor perdía así una central de garantías.
Eso cambió con la incorporación de Carolina Arbeláez. La llegada de la colombiana redujo la exposición de Iris y permitió a Manu Sánchez dar descanso en alguna ocasión a la jugadora asturiana.
Futuro blanquiazul
La renovación de Iris con el Deportivo Abanca supuso un paso importante en el trabajo del club blanquiazul por tratar de mantener la columna vertebral del equipo de cara al futuro. La centrocampista asturiana está vinculada a la entidad coruñesa hasta la conclusión de la temporada 2020/21 con la posibilidad de seguir un curso más, hasta junio de 2022.
El Deportivo se asegura la continuidad de una de las futbolistas más destacadas de la presente temporada en la Primera Iberdrola. Lejos de los focos más mediáticos, Iris no llama la atención a las primeras de cambio. Pero una vez que el espectador se fija en su trabajo, ya no puede dejar de verlo en cada jugada.