A la tercera tampoco fue la vencida. En su tercera fase de ascenso consecutiva –las tres con Miguel Figueira como entrenador–, el Bergantiños volvió a quedarse con la miel en los labios. El potente proyecto del club que encabeza Chano Calvo desde la presencia se llevó una decepción con la eliminación en segunda ronda ante el Villarrubia.
En el sorteo de la segunda eliminatoria celebrado hace dos semanas, el Bergantiños solo tenía dos opciones de que le tocasen segundos clasificado –el porcentaje era claramente más alto para que quedase emparejado con un tercero– pero le tocó un subcampeón: el Villarrubia, del grupo de Castilla La Mancha. Aparentemente –teniendo en cuenta que el grupo manchego no suele ser de los más fuertes y que le costó eliminar al Coria, cuarto de Extremadura–, el rival del Bergan no parecía el más difícil que le podía tocar. Lo del grupo débil era una mala afirmación –tres equipos de Castilla La Mancha se han clasificado para la final por el ascenso a Segunda B–y el Villarrubia tenía muy poco de equipo asequible: entrena por las mañanas, sus jugadores se dedican solo al fútbol y muchos de ellos tienen pasado en la categoría de bronce y en canteras profesionales. Aún así, el Bergantiños también tenía una gran plantilla.
Probablemente una de las claves de la eliminatoria entre el Villarrubia y el Bergantiños estuvo en la falta de acierto de los carballeses en el encuentro de ida disputado en Ciudad Real. El Bergan tuvo ocasiones para adelantarse en el comienzo del encuentro pero fue el conjunto local el que rompió el 1-1 inicial a la media hora. Un error de Borja Facal, impropio en un futbolista de su categoría y experiencia –perdió un balón en el lateral del área–, provocó la jugada en la que el Villarrubia tomó ventaja en el partido y en la eliminatoria. Un golazo imparable de Arroyo en el primer cuarto de hora de la segunda parte hizo el 2-0 que ponía cuesta arriba un intento de remontada. Volcado sobre la portería de Manolo, el Bergantiños no fue capaz de generar ocasiones claras ante un rival muy replegado. Al final, 2-0 en la ida.
Para el encuentro de vuelta, el Bergantiños dio señales de tener mucha confianza en la remontada. La gran mayoría de jugadores creían en el 3-0, algunos en el 4-1 y otros en el 2-0 con el que llegar a la prórroga. Empezó bien con el golazo de Sáez de volea con la zurda, pero el Villarrubia hizo el 1-1 en su primera ocasión del encuentro tras un error clamoroso. El Bergantiños estaba obligado a marcar tres goles más –con más de una hora de partido por delante– para remontar. Antes del descanso, Cañi hizo el 2-1. El cuadro carballés ‘solo’ tenía que marcar dos goles en la segunda mitad. Miguel no esperó al segundo acto para transformar a su equipo en uno más ofensivo: sacó a Marcos (central) para dar entrada a Cano (delantero) y situar a Granada como central. El propio Granada, ya de defensa, fue el siguiente en salir y entró Ekedi, otro delantero centro. La lesión de Rivera, que jugó infiltrado, obligó a realizar el tercer cambio muy pronto: entró Álex Diéguez. Con más jugadores de ataque el Bergan generó menos ocasiones claras. No fue capaz de hacer el 4-1, ni siquiera el 3-1. El Bergantiños no fue inferior al Villarrubia en ninguno de los dos partidos, pero dos errores de dos de los jugadores más fiables a nivel defensivo (Borja Facal y Agulló) le dieron una ventaja prácticamente definitiva al conjunto manchego, que puede ascender a Segunda B. Nunca se sabrá qué habría pasado si el Bergan estuviese en la tercera y última ronda.