La sombra de Thomas Heurtel, base del Barcelona apartado después de que el club no le permitiera regresar con el equipo de Estambul por intuir que estaba negociando para marcharse al Real Madrid, también marca el Clásico de hoy en territorio de la capital.
El francés no estará sobre el parquet del WiZink Center, descartado mientras se resuelve su salida, pero su situación marca absolutamente el Clásico al trascender que el motivo por el que el Barça impidió que regresara junto al equipo de Estambul el martes fue que intuyó que el galo no negociaba su salida hacia el Fenerbahce turco, sino al Real Madrid.
Para el conjunto blanco, necesitado de un base desde la marcha de Facundo Campazzo a los Nuggets, un refuerzo de la talla de Heurtel sería más que bienvenido, pero es obvio que para el Barça nada sería peor que permitir la salida de un jugador determinante hacia el eterno rival.
Laso esquiva el tema
Pablo Laso esquivó en multitud de ocasiones el asunto en la rueda de prensa previa al partido. “No sé si Heurtel va a jugar, es una situación más del Barcelona”, “no tengo mucha opinión sobre esto”, “independientemente de lo que haya pasado en cuanto a resultados, dinámicas, cuando se juega un Real Madrid-Barcelona todo el mundo se centra en jugar lo mejor posible e intentar ganarlo”, dijo el técnico blanco.
Para un Real Madrid invicto en 14 jornadas ligueras y que acumula 19 victorias en sus últimos 20 duelos –la excepción es la derrota (74-73) ante el CSKA en Moscú– desde precisamente el último Clásico de Euroliga en el Palau, los problemas van más allá de lo que ocurra con Heurtel.
La baja de Anthony Randolph, KO para lo que resta de temporada, es sin duda el mayor quebradero de cabeza de Laso, que apela al espíritu de equipo y a la mejora de Usman Garuba, para “barrer la casa”. Además, sin Campazzo, habrá que ver quién realiza el papel de ser el antagonista de Nick Calathes.
Por su parte, el técnico azulgrana, Sarunas Jasikevicius, no podrá contar con Brandon Davies, que arrastra molestias en un gemelo.
Precisamente, la baja del pívot estadounidense ha coincidido con las dos últimas derrotas consecutivas en la Euroliga, ante el Maccabi Tel Aviv y en la pista del Efes, donde se demostró que al Barça le cuesta mucho luchar por los triunfos cuando no marca el ritmo desde la defensa. Su objetivo de hoy es dejar al Madrid por debajo de 80 puntos.
