El Barcelona, a falta de una jornada para el final de la primera vuelta, la cerrará como líder tras vencer al Breogán, que llegaba al Palau Blaugrana tras cuatro triunfos seguidos.
Además, el Barça será también el primer cabeza de serie de la Copa, que se disputará del 14 al 17 de febrero en Madrid, donde defenderá el título.
El equipo lucense, ascendido esta temporada, llegaba al Palau, donde nunca ha ganado en 21 visitas, después de casi trece años de ausencia, concretamente desde el 19 de marzo de 2016, cuando perdió por 80-79.
Svestislav Pesic, dosificando a su equipo tras una semana en la que disputó cuatro encuentros, colocó un cinco inicial distinto al habitual y el Breogán, con Löfberg muy efectivo, se puso por delante (11-10), pero el Barça, merced a un triple de Claver y acciones de Hanga logró un parcial de 7-0, tomó el mando del partido y ya no lo perdió.
Los celestes, por medio de Dragicevic y Sergi Vidal, se acercaron de nuevo (22-20), pero Tomic y un triple de Singleton dejaron el marcador al final del cuarto en 27-20.
Tras superar los azulgranas la decena de ventaja (35-22), la reacción visitante, con triples de Arco y Vidal, lograba parar la dinámica negativa, y un triple Brown mandó el partido al descanso con 50-38.
El Barça salió frío de los vestuarios, lento en defensa, y los triples de Aleksandar Cvetkovic (2) y Elijah Millsap, más una canasta de dos del estadounidense, generaron un parcial de 0-11 y la bronca de Pesic, que paró el partido (50-49).
Heurtel entró por Pangos después del tercer triple de Cvetkovic (54-52), pero el base serbio estaba en racha y con 11 puntos en apenas cinco minutos empató la contienda (54-54).
Thomas Heurtel y Adam Hanga, el húngaro en un gran partido y con 16 puntos en este periodo, tomaron el mando del ataque del equipo azulgrana, que volvió a tomar ventaja (71-62), cerrando el tercer cuarto con 77-66 tras un parcial de 23-12 en los últimos cinco minutos en este período.
Un triple de Kuric abría el último capítulo con un triple (80-66) y nueva máxima ventaja para el conjunto barcelonista. El choque se convirtió entonces en un correcalles, con numerosos errores por ambos bandos, y casi nada cambió hasta el bocinazo final.