El Real Madrid recuperó el liderato liguero un mes después tras imponerse con sufrimiento al Real Betis (2-1) gracias a un gol de su capitán Sergio Ramos a diez minutos para el final de un partido que cerró la jornada dominical del vigésimo séptimo capítulo en LaLiga Santander.
La historia volvió a repetirse. El mismo desenlace de siempre. Cuando el Madrid está en apuros Ramos acude al rescate. Este domingo fue para salvar tres puntos fundamentales en la pelea por el título y lo hizo con un cabezazo con sello. De esos que, nada más verlo, identificas con el central de Camas.
Un gol que sirvió para aprovechar el traspié culé y para demostrar que Ramos es más que la franja del escudo. El andaluz utilizó la misma fórmula que tan buen resultado le da a los blancos habitualmente. Centro de Kroos y cabezazo inapelable del '4' cuando el Betis ya jugaba con diez por la expulsión de Piccini. El escenario era inmejorable para los de Zidane aun quedando la recta final.
Y eso que apenas le duró cinco minutos al Madrid el ímpetu tras la derrota del Barça en Riazor. El supuesto empujón moral no sirvió para abrir la lata ante un Betis que mejoró con el paso de los minutos. Los de Víctor Sánchez del Amo se desperezaron a los diez minutos con un disparo blando de Rubén Castro. El primer aviso de lo que estaba por llegar.
Isco, el mejor junto a Modric, replicó con un disparo desde la frontal que se fue lamiendo el poste. Sin embargo, el equipo de Zidane no fue capaz de enganchar a su público en una noche tan fría como su juego. Como casi siempre en Chamartín, fueron los goles los que calentaron al público y no al revés.
Antes de que llegara el primero, Keylor Navas pudo haber sido expulsado en un mano a mano con Brasanac a los 20 minutos. El portero 'tico', que vivió su peor noche desde que viste la camiseta blanca, intentó despejar el balón con la cabeza fuera del área y arrolló al delantero bético siendo el último hombre. La jugada fue muy protestada por el banquillo sevillano tres minutos antes de que llegase el 0-1.
Una buena jugada por el costado zurdo de Durmisi terminó en botas de Sanabria, que tiró manso sin saber que su lanzamiento acabaría teniendo recompensa tras un error mayúsculo de Keylor. El portero centroamericano no agarró el cuero y acabó introduciéndoselo él mismo. Inmediatamente el Bernabéu sacó la guillotina y le castigó con su pitos.
El gol del Betis enfrió a un Real Madrid que no despertó hasta minutos antes del descanso. Primero con un remate de Ramos en el corazón del área -se fue alto- y después con el gol de Cristiano Ronaldo. El portugués marcó de cabeza tras una jugada sensacional de Marcelo, el primer interior merengue. El empate ofreció una segunda parte totalmente distinta.
EL BETIS BUSCÓ EL SEGUNDO SIN MIEDO
Los verdiblancos, con orden y solidaridad en defensa, llevaron el partido hacia donde querían. Los nervios de la parroquia local supieron aprovecharlos de la mejor manera, sobre todo un Dani Ceballos que sigue en un gran estado de forma. Tosca y Rubén Castro, en la más clara, perdonaron a un Real Madrid que siempre supo de la dificultad de la empresa.
Nada importaba que el Betis llevase una victoria en las últimas nueve jornadas. El atrevimiento de los andaluces, pese a no tener premio, sirvió para evidenciar que el Madrid baja enteros si un rival le compromete, que su entrenador tiene pocas soluciones, y que resuelve con el de siempre y como siempre.
Kroos estuvo apunto de quitarle el protagonismo a Ramos con una volea que se marchó por muy poco, pero no fue así. El capitán volvió a ganarse las portadas de este lunes en una jugada que comienza a ser una forma de vida para los madridista, los cuales ya miran la Liga de otra forma y dejan al Barça a dos puntos.