Andoni Iraola anunció ayer que deja el Mirandés después de haber cerrado un año “muy intenso y muy bonito” en el retorno del los burgaleses a la Segunda División, su primera experiencia personal al frente de un banquillo de fútbol profesional en España.
“Es una decisión que me ha costado mucho tomar pero me voy con un buen sabor de boca”, declaró Iraola durante una comparecencia ante los medios informativos en la que aseguró que no ha negociado con ningún equipo durante la temporada recién concluida, y que desconoce en qué banquillo se sentará la próxima temporada.
Meta lograda
El equipo “ha sido el que imaginábamos al principio”, añadió al resumir una campaña en la que no sólo ha logrado el objetivo de mantener la categoría, sino que se ha quedado a un escaso margen de disputar la promoción de ascenso a Primera División y a punto estuvo de alcanzar la final de la Copa del Rey. Iraoladio las gracias a todas las personas del Mirandés, “sobre todo a la gente de oficinas, a los jugadores y a la afición”, declaró. “A partir de ahora pensaré qué será de mí”, afirmó el técnico no sin antes insistir en que es “sincero en este sentido” y recordar que el Mirandés estaba interesado en su continuidad, pues “desde un principio trasladaron su apoyo”.
No deja Miranda de Ebro “por ir a otro sitio”, tampoco se ha tratado de un “hartazgo”, pero prefiere dejar el club rojillo “con este buen sabor de boca” porque “cuando empiezas un proyecto tienes que estar cien por cien convencido”.
Calificó la temporada como “intensa y bonita”..