La sanción por acumulación de tarjetas amarillas de Domingos Duarte —que vio la décima en Granada—, así como la lesión de Pedro Mosquera han obligado al cuerpo técnico de Natxo González a efectuar modificaciones en su alineación para recibir mañana al Nàstic en Riazor (16.00 horas).

El preparador vitoriano ensayó durante el entrenamiento de ayer con un once en el que tuvieron cabida el italiano Somma como central en el eje de la zaga junto a Marí y Didier Moreno ocupando una plaza en el ‘trivote’ en compañía de Álex Bergantiños y de Edu Expósito.

Las probaturas tácticas fueron lo más destacado de un test de hora y cincuenta minutos de duración en el que la optimización de la puesta a punto física se vio conjugada con el toque de balón.

Desde la enfermería la mayor novedad la protagonizó el mediocampista alicantino Pedro Sánchez, que regresó a la disciplina de grupo después de haber estado dos meses apartado por una lesión en la unión miotendinosa del gemelo interno de la pantorrilla izquierda. El ‘15’ no juega desde la victoria ante el Zaragoza en Riazor y a pesar de que no dispone del alta médica de momento, al menos ya ve la luz al final del túnel.

Otro ‘tocado’ como Carlos Fernández trabajó al margen, siempre bajo la supervisión del recuperador del club Fran Molano y su presencia ante el Nàstic está descartada.

Tres ni siquiera saltaron
Por su parte, otros tres futbolistas blanquiazules como Krohn-Dehli, Vicente y Mosquera no pudieron tomar parte en el ensayo y tampoco formarán parte de la convocatoria para medirse mañana al actual colista de la tabla.

De su evolución a lo largo de las próximas jornadas dependerán las posibilidades de que puedan ser empleados el próximo fin de semana en el desplazamiento a Málaga del domingo 24 (18.00 horas).

El ‘staff’ técnico blanquiazul puso atención especial también a las acciones rápidas con un partidillo de acoplamiento en espacios reducidos y a las jugadas de estrategia, tanto en faltas laterales como en saques de esquina.