El Athletic espera acabar con su mala racha liguera de diez partidos sin ganar y cuatro derrotas seguidas, y de paso animarse de cara a la vuelta de semifinales de Copa del jueves en Granada, ante un Villarreal que mira a Europa como pocas veces antes en lo que va de temporada.

El equipo rojiblanco ha caído mucho en la tabla hasta verse en su peor puesto del curso, el undécimo, y tiene las posiciones europeas ya muy alejadas y el descenso a nueve puntos después de sumar solamente cinco de los últimos treinta en disputa.

No obstante, el Bilbao futbolístico está dispuesto a jugarse todo a la Copa ante la gran ocasión que se les presenta a los ‘leones’, con la ventaja que del 1-0 de la ida en San Mamés y sin rivales casi imposibles por el otro lado del cuadro.

Por ello, a pesar de esa mala racha, el choque arrancará con la intención del público de La Catedral de despedir a los suyos como debe para que haga valer la mínima, pero importante, ventaja el jueves en Los Cármenes.

Que ese transcendental partido sea precisamente cuatro días más tarde puede hacer del encuentro de hoy también un ensayo general de cara a Los Cármenes. De tener menos tiempo de recuperación, quizás Gaizka Garitano se plantearía recibir al Villarreal con su segunda unidad. Algo que también puede pasar.

El Villarreal, por su parte, llega a este partido tras la derrota en el Wanda Metropolitano que le impidió alcanzar las plazas de Liga de Campeones, y que además les sacó de los puestos europeas. Los castellonenses rompieron con esa derrota una buena racha de resultados a domicilio, tres victorias y un empate consecutivo, que les había permitido regresar a las posiciones altas de la tabla.

Por ello, y tras perder ante el Atlético, los amarillos esperan recuperar sus buenas sensaciones en el segundo partido consecutivo lejos del Estadio de la Cerámica y volver a reengancharse a la zona noble de la clasificación.

El equipo dirigido por Javier Calleja llega a Bilbao sin bajas, después de que la semana pasada ya regresaran al once el defensa Pau Torres y el lateral Alberto Moreno.