El Paiosaco estuvo más cerca de la victoria que en ningún otro partido de la temporada, pero los fallos en los últimos metros penalizaron a un equipo que ante el Viveiro fue reconocible por su pelea, entrega, lucha e intensidad defensiva. Y de ahí la portería a cero del guardameta Mallo.

Juan Riveiro apostó por una línea de cinco defensas de partida con Nico, Gamallo y Beto como centrales y, precisamente, este trío se mostró muy solvente durante todo el partido, despejando todos los balones que caían en el área local y siendo muy contundentes en todo tipo de acciones.

El conjunto verdiblanco mereció marcar al menos un gol en el primer tiempo y tuvo ocasiones para ello: un remate de Josiño con la izquierda tras un centro de Pablo que desvía un defensa sobre la línea de gol, un remate de Casariego en el segundo palo, un tiro de Iván que saca el portero visitante y otro que se fue desviado… El Viveiro solo tuvo aproximaciones y opciones de gol con tiros exteriores de Javi y Xaime, pero muy defectuosos.

En la segunda mitad, el Paiosaco acusó el cansancio de la presión realizada en la primera parte y el encuentro se igualó. Las únicas situaciones de gol de las que disfrutó el cuadro local fueron a la contra. El árbitro pitó un fuera de juego muy discutido en un pase de Viqueira a Pablo. El propio Pablo tuvo un remate de cabeza que no encontró puerta por muy poco e Iván Amor, a centro de Jesús, no tiró al primer toque, sino que controlo en el área, y los defensas del Viveiro consiguieron despejar.

Las ocasiones del Viveiro fueron a partir de saques de esquina o de faltas laterales, pero la defensa del Paiosaco estuvo muy contundente y al equipo de Riveiro solo le faltó un gol para celebrar su primer triunfo.