Primera parte impecable del Paiosaco y desesperante de un Fabril que sembró muchas dudas tanto en ataque como en defensa. El 1-1 a los 30 segundos de la segunda mitad le dio el empujón definitivo al equipo de Luisito, que se impuso (4-2) sin demasiados apuros.
El Paiosaco cometió un error en la primera parte. Permitió un remate claro a Juan Rodríguez en una falta lateral ejecutada por Gandoy desde el perfil derecho del ataque del filial. El central juvenil cabeceó a placer en el borde del área pequeña. El balón no salió muy esquinado y Rama, con una palomita, desvió la pelota a córner. Todo lo demás fue perfecto por parte del equipo de Juan Riveiro.
El Paiosaco cometió un error en la primera parte. Permitió un remate claro a Juan Rodríguez en una falta lateral ejecutada por Gandoy desde el perfil derecho del ataque del filial. El central juvenil cabeceó a placer en el borde del área pequeña. El balón no salió muy esquinado y Rama, con una palomita, desvió la pelota a córner. Todo lo demás fue perfecto por parte del equipo de Juan Riveiro.
Sin variar nada en cuanto a sistema respecto a otros partidos (jugó con 1-5-3-2), el conjunto verdiblanco se comió el césped de Abegondo en el primer período. Con una presión alta asfixiante –los delanteros (Rojo y Otero) igualaban con los centrales rivales, los carrileros (Bilal y Pablo) saltaban hasta los laterales blanquiazules y uno de los interiores (César o Eiroa) perseguía a Kanouté–, el Paiosaco anuló cualquier tipo de intento de salida de balón en corto del Fabril.
El único problema que se encontró la escuadra peisaquesa al optar por esa presión hombre a hombre fue Gandoy, que fue capaz de recibir el cuero en un par de situaciones en el primer cuarto de hora y superar a su par y romper una línea en conducción. Cuando eso se producía, el Paiosaco estaba obligado a desajustarse de alguna manera para saltar a por Gandoy pero, en líneas generales, el equipo visitante fue muy superior al local.
Luisito optó por un 1-4-4-2 pero no con la misma distribución que en el anterior partido en casa ante el Compostela. En aquella cita, que se había resuelto con un 2-2, el centro del campo del Fabril formaba un rombo. Ayer, el filial del Depor salió con doble pivote (Kanouté y Gandoy) y con interiores (Villares y David Sánchez), que no extremos. En el once inicial solo hubo dos sorpresas: las ausencias de Javi Sánchez y Aarón. Precisamente estos dos futbolistas no tuvieron que esperar ni a la segunda parte para saltar al campo.
Con 0-1 en contra desde el minuto 18, sin apenas generar situaciones de peligro y, lo que era peor, sin competirle al Paiosaco, Luisito realizó un doble cambio en el minuto 39. Retiró al central Bourdal y al interior David Sánchez para meter a dos extremos: Javi Sánchez en la derecha y Aarón en la izquierda. El míster del filial reajustó el resto del equipo para mantener el 1-4-4-2 situando a Kanouté de central y a Villares de mediocentro.
El Paiosaco avisó en el 11 tras una pérdida de Bourdal, una conducción por dentro de Eiroa y un tiro de este desde la frontal con el exterior de la derecha que desvió Alberto. Su segunda llegada clara significó el 0-1. Fue en el 18. Centro de Aythami desde la derecha, la bola quedó botando a la altura del punto de penalti, con Rojo de espalda a la portería rival y Bourdal detrás de él. El central del Fabril dio un par de patadas tratando de desviar el esférico y, en una de ellas, golpeó al punta verdiblanco. Penalti y trallazo de Eiroa imparable para Alberto.
La de Eiroa y el penalti no fueron las únicas ocasiones del Paiosaco en la primera mitad. Otero pudo marcar el gol de la jornada, del mes, de la temporada, en una chilena espectacular tras un centro de Bilal desde la derecha. César tuvo dos casi consecutivas. La primera tras una pérdida del Depor B en la salida que terminó con un trallazo, un palmeo de Alberto y desvío a córner de Bourdal. Su siguiente latizago salió cerca del palo.
Apoyado en el cambio táctico y, sobre todo, de figuras, el Fabril dió un paso al frente en la segunda mitad. Tuvo la suerte o el acierto de hacer el 1-1 en la primera jugada del segundo tiempo y, a partir de ahí, todo fue mucho más sencillo para el filial. El protagonismo de Javi Sánchez, clave en los tres primeros goles blanquiazules, fue esencial en el triunfo local. Primero sacó un centro atrás que terminó con un remate mordido y un cabezazo a gol (1-1) de Losada, que se encontró la bola, en el segundo palo. En el 2-1 realizó una conducción de fuera hacia dentro, cedió la bola a Martelo y este, desde la frontal, marcó de forma sutil con la zurda y mandando el cuero cerca del palo derecho de Rama. Y en el tercero, justo después de la expulsión de Edu Dias por doble amarilla, centro perfecto del propio Javi y cabezazo muy cómodo de Martelo ante la pasividad de unos centrales verdiblanos entregados.
Con 3-1 en contra y uno menos, el Paiosaco no se rindió y Rojo recortó distancias tras un trallazo de Iván. No había mucho más que hacer, Losada, que se relajó en uan vaselina, sentenció en el 75.