El Deportivo de Natxo González superó ayer su primera prueba y lo hizo con el estreno de seis de sus siete caras nuevas (el séptimo, Quique González, aún no se ha incorporado al grupo). El portero Dani Giménez, los defensas Pablo Marí y Sebastián Dubarbier y los delanteros Christian Santos y Diego Rolan formaron en el once, mientras que el medio Pedro Sánchez entró en la segunda mitad.
Las primeras ocasiones pasaron por las botas de Rolan, que no tiene claro que vaya a quedarse, pero que en sus primeros minutos como blanquiazul dejó claro lo desequilibrante que puede ser.
El técnico se decantó por un dibujo táctico que ya utilizó en Zaragoza, el 1-4-4-2 en rombo. Mosquera formó como mediocentro, con Álex Bergantiños y Edu Expósito de interiores y Carles Gil de enganche. Natxo González quiere que su equipo tenga la pelota, mande en los partidos y combine desde su portería, lo que va a conceder especial protagonismo al guardameta, que se verá obligado a participar mucho con el pie.
En el minuto 23, el filial sacó los colores al primer equipo. Tras un monólogo de un minuto de duración, en el que los de Tito Ramallo dieron hasta 19 pases sin oposición, Luismi sirvió un centro al área desde la banda izquierda y Adri Castro, muy rápido y atento, le ganó la espalda a Dubarbier para controlar la pelota y superar a Dani Giménez. El argentino estuvo muy perdido y errático e incluso generó algún murmullo de desaprobación en la grada.
Diez minutos después, se produjo un nuevo error de los de Natxo González. En una jugada en la que Dani Giménez y Blas no se entendieron, el lateral derecho acabó cometiendo penalti sobre Luismi. Pero el guardameta adivinó la intención de Uxío en el lanzamiento y detuvo la pena máxima.
Las mejores jugadas del Depor se produjeron a continuación; primero por medio de un disparo de Carles Gil desde la frontal del área que salvó el portero Ricardo; y a continuación, con un remate de Rolan, que enganchó un balón muerto en el área, pero se le fue alto.
A los 35 minutos, el árbitro señaló el descanso.
La segunda mitad arrancó con un equipo totalmente distinto, ya que tan solo continuó Gil del once inicial. El valenciano adelantó su posición para actuar en la delantera, junto con Cartabia, mientras que en la medular formaron Gaizka de mediocentro, Bicho y Caballo como interiores y Pedro Sánchez de enganche. En defensa jugaron Quique Fornos, Albentosa, Mujaid y Saúl, mientras Tyton ocupó la portería.
El conjunto de Natxo González se mostró mucho más desequilibrante en ataque en este segundo acto, gracias sobre todo a Cartabia, quien dejó claro que, si está centrado, está llamado a ser un jugador determinante en la categoría de plata. Suyo fue el gol del empate solo unos instantes después de que le anularan un tanto por fuera de juego. El 1-1 llegó en el minuto 51. El argentino, que le metió una marcha más al partido, superó a Ricardo con un remate de cabeza tras un gran centro de Saúl.
Sin tiempo para que el Fabril se recompusiera del golpe, llegó el segundo tanto de los ‘mayores’. En esta ocasión, por medio de una de las nuevas caras, el medio Pedro Sánchez, que aprovechó un nuevo servicio de Saúl para hacer el 1-2.
El partido cambió radicalmente y los de Natxo González, a los que les había costado entrar en los primeros minutos del segundo tiempo, se apoderaron totalmente de la pelota y de las ocasiones. Así, en el 56 llegó el tercero, gracias a un golazo de Carles Gil, quien, desde el borde del área, vio al guardameta ligeramente adelantado y le sorprendió con un zurdazo a la escuadra contraria. l