El Basquet Coruña encara esta tarde en Riazor una buena oportunidad para resarcirse del batacazo ante el Breogán, aunque su rival, el Cáceres, es cualquier cosa menos una perita en dulce.
Pese a que los de Sergio García superan en dos victorias a los de Roberto Blanco y a que el cuadro verdinegro llega a la cita inmerso en una racha negativa, sus tres derrotas consecutivas llevan asterisco: cayó en la pista del quinto, el Palencia, por un solo punto (87-86) y tras una prórroga; por dos en casa ante el Alicante (63-65) y de nuevo por la mínima (77-76) frente al líder, el Ciudad de Valladolid.
Números extraños
Por lo tanto, la ‘marea naranja’ no debe fiarse de un contrincante con números extraños. Por ejemplo, el pobre porcentaje de acierto desde el arco de sus dos mejores tiradores, Nikola Rakocevic (25.8%) y Luisma Parejo (31.3%), aunque tanto el montenegrino (10.1 puntos) y el capitán (7.3) siguen siendos dos de los soportes ofensivos. Los otros son su pareja interior titular, Jordy Kuiper (9.4 y 4.2 rebotes) y Arkeem Joseph (9.1 y 75), y el base Ricardo Úriz (10.5, 2.1 y 3.1 asistencias).
Otra paradoja es tener al sexto jugador con más acierto en tiros de dos puntos entre los que llevan más de 50 intentos, el ala-pívot Jorge Bilbao (61.0%), pero el equipo es el cuarto peor de la liga en este apartado.
Donde no engaña el Cáceres es en solidez defensiva. Con 70.5 tantos por encuentro, solo el Gipuzkoa ha encajado menos, mientras que la del Coruña ha caído en picado tras las dos últimas derrotas a domicilio: 99-71 ante el Palma y 97-55 en el ‘derbi romano’ de la pasada jornada, aunque este duelo contó con el doble hándicap de las bajas a última hora de Augustas Peciukevicius y Ashley Hamilton. Con ellos en pista, el BC había superado una semana antes al Ciudad de Valladolid (83-81).
En principio, el base lituano será de la partida esta tarde, mientras que el ala-pívot inglés, que firmó una gran actuación en su debut –único partido que ha podido jugar desde que llegó para cubrir la marcha de Mirza Bulic–, en el que el BC superó al líder, el Ciudad de Valladolid, es una incógnita.
Ritmo alto
Descartada la mejoría desde la larga distancia, a menos que ocurra de manera circunstancial (el 27.1% de acierto tras 14 jornadas no es anecdótico), el conjunto herculino debe centrarse en imponer un ritmo rápido, que no desbocado, abrir la cancha y jugar con sus interiores, y ser intenso y ordenado atrás ante un rival que flojea en el tiro de dos, en el de tres (cuarto peor de la competición en ambos apartados) y en asistencias (peor), y que cuenta con solo diez hombres en plantilla tras cortar, hace dos semanas, al ala-pívot Kosta Jankovic.