"Hablar del pasado no me gusta. Me equivoqué en una palabra que era 'nunca' y dije 'a favor', nunca voy a estar a favor. Me parece muy fuerte que el presidente del Sevilla no se ponga en contra de la violencia y después los que tenían que tomar decisiones han decidido no sancionarlo", indicó.
Tras el duelo de la decimonovena jornada de LaLiga Santander, Ramos fue preguntado por la denuncia del Sevilla ante su celebración copera en el Sánchez-Pizjuán, en la que pedían respeto por su afición. La Comisión Antiviolencia decidió esta semana zanjar sin sanciones los insultos recibidos por el de Camas, ni la celebración.
"Pedí perdón a la afición del Sevilla y los demás no merecen ese respeto", añadió un Ramos que centró sus declaraciones en zona mixta en la reacción del Bernabéu ante un partido apretado, con la mirada puesta en la dificultad para ver puerta de Cristiano Ronaldo o Karim Benzema.
"El Bernabéu no lo vamos a cambiar. Han pitado a todos los grandes. Es un toque de atención, una alarma y siempre sirve. Cuando los momentos son difíciles el equipo necesita cariño y no más hostias y palos, pero nuestra afición es así", afirmó.
Por otro lado, Ramos dudó de que termine la temporada como el segundo máximo goleador del equipo como ocurre ahora. "Es cierto que la temporada es muy larga, me cuesta pensar que la temporada acabe y yo sea el segundo máximo goleador del equipo. Tenemos grandes goleadores y seguro que tienen la oportunidad de adelantarme", dijo.
Sobre otra polémica de estos días, Ramos explicó que el supuesto escupitajo a Iago Aspas "viene de Barcelona", y se refirió a la condición física de un Danilo que hoy no saltó al césped pese a estar en el banquillo. "Danilo quizá tenga esa sobrecarga del último partido y la exigencia de los últimos partidos. Es una mala noticia", finalizó.