El escenario electoral en el que está inmerso el Deportivo podría cambiar de manera clara, dar un giro de 180 grados y desplazar la celebración de la asamblea unos meses.
El presidente del club, Tino Fernández, fue rotundo en su comparecencia del miércoles ante los medios de comunicación para expresar que los tiempos y la convocatoria de la asamblea son los que marca el Deportivo, que no se acepta otra forma de delegación de las acciones y que, en todo caso, si el candidato, Miguel Otero, no está de acuerdo, debe impugnar o la Junta o la propia la convocatoria.
Teniendo en cuenta que el propio Otero ya avisó la semana pasada de que si el club no accedía a su petición se abría la puerta de los juzgados, es más que previsible que esto ocurra. Por el momento, a lo que sí accede el Depor, es a permitir el acceso, visual, al listado de accionistas de la Sociedad Anónima Deportiva.
1 Si finalmente hay impugnación
Si Miguel Otero impugna la convocatoria (no la junta), el juzgado admite a trámite dicha solicitud y se indica que por el momento no se puede celebrar la asamblea, estaremos ante una demora importante y, evidentemente, el 12 de julio no se podrá votar. El cambio es más que significativo, por cuanto todo estaba preparado para que se celebrase en verano, sin más demora.
2 Agosto inhábil y atrasos judiciales
Con la lentitud lógica de los juzgados, después de una huelga en Galicia que ha bloqueado el sistema por momentos, con unos jueces con muchísimo trabajo, a veces más del lógico, es posible que hasta el mes de septiembre-octubre no haya una sentencia. Amén de que se podría recurrir por cualquiera de las dos partes.
3 A finales de año, y con bastante suerte
Esta demora podría llevar al club a tener que convocar la junta precisamente en octubre, con un mes por delante para su celebración, pudiendo celebrarse en noviembre o incluso en diciembre, lo que alargaría enormemente el proceso en el que está inmerso el deportivismo.
4 Más tiempo de campaña electoral
Si finalmente todo sucede como apuntamos, el presidente Fernández tendría la ventaja de que si el proyecto arranca bien, con el Depor en la cabeza de la tabla, convencería a muchísimos accionistas, mientras que Otero también dispondría de más tiempo para hacer su campaña y explicar su proyecto al deportivismo.
De igual manera también habría tiempo, incluso, para la presentación de un nuevo candidato a la presidencia deportivista, aunque por el momento en la ciudad nadie poner ‘un nombre’ alternativo. Por el momento el ‘combate’ será ‘campeón-aspirante’.