El Barcelona juega hoy en Estambul (19.00 horas) el quinto y último partido de la serie contra el Anadolu Efes turco, en el que se decidirá cuál de los equipos accederá a jugar la Final entre Cuatro. 

La eliminatoria llega con empate a dos victorias y con ambos equipo habiendo ganado un partido en pista visitante. El Barça, de lograr la proeza de volver a ganar en Turquía, alcanzará la Final entre Cuatro cinco años después de haberla jugado por última vez y, así, la disputará por decimoquinta vez en su historia. Los azulgranas salvaron la primera bola de partido el pasado jueves (82-72) con una excelente segunda parte en el Palau. 

Las dos caras
El técnico serbio Svetislav Pesic sabe perfectamente cómo ganar al Efes en su pista. Lo hizo en el segundo partido (72-74) para arrebatarle el factor cancha al conjunto Ataman, aunque lo perdió de nuevo en el tercer partido tras recibir una de las peores derrotas (68-102) de su historia en el Palau Blaugrana. 

La trascendencia del partido invita a pensar en un encuentro igualado que se decidirá en los detalles. En los dos partidos ganados por el Barça, la defensa azulgrana fue determinante al lograr que los turcos no tuvieran buenos porcentajes sobre todo en tiros de dos. 

El equipo turco parece bastante más previsible que el catalán, con el tiro de tres como arma más mortífera, con Shane Larkin y Vasilije Micic como grandes referencias, pero con muchos problemas para igualar el rebote azulgrana desde que Kevin Seraphin volvió al equipo en el segundo partido. 

A diferencia del Anadolu Efes, el Barça puede ofrecer más recursos tácticos a partir de una plantilla más polivalente que puede mantener un mayor equilibrio en la anotación tanto en la pintura como desde la línea de 6,75. 

Adam Hanga fue quien desequilibró el segundo partido, mientras que Kyle Kuric lo hizo en el cuarto, siempre con Ante Tomic imponiéndose sobre a Bryant Dunston, y Kein Seraphin marcando las diferencias en los tiros cercanos al aro. 

El Barça, desde que llegó Svetislav Pesic, ha dado lo mejor de sí mismo en situaciones límite, como fueron las dos últimas finales de la Copa del Rey ante el Real Madrid.