El capitán del Betis, Joaquín Sánchez, recalcó ayer que los derbis como el que se juega el sábado “son partidos especiales que gustan jugar” pero “sobre todo ganar” y se ha mostrado “orgulloso” de ser el futbolista bético que más veces se ha enfrentado al Sevilla.
Joaquín declaró en rueda de prensa que se le antoja “difícil repetir lo del año pasado”, cuando su equipo ganó 3-5 en el Sánchez Pizjuán, “aunque nunca se sabe”, por lo que se conforma con “ganar”, lo que “sería un paso para intentar volver a Europa en este tramo final de temporada”.
Extra de motivación
El jugador portuense aseguró que espera un recibimiento “con mucho cariño, como en todos los derbis”, unos partidos en los que “no se regala nada” y que “se afrontan de una manera diferente”, con un plus “de motivación por lo que significa para los béticos ganar en casa del eterno rival”. Deseó “lo mejor a (Joaquín) Caparrós, que se recupere lo antes posible” de la leucemia que le ha sido diagnosticada” y anticipó que el entrenador sevillista planteará “un partido de mucha intensidad, con mucho ritmo” porque el eterno rival “está haciendo las cosas bien en casa”.
El extremo diestro cree que su compañero Sergio Canales se restablecerá a tiempo de la lesión que sufre en el tobillo derecho porque lo ha visto “muy positivo” y “cuenta los minutos para hacer algo en el campo”; y “los médicos confían en que se pueda probar el día antes”, si bien le aconsejó “no forzar y que luego se pierda dos o tres jornadas más”.
Joaquín no cree que esté ante su “último derbi” pues tiene un año más de contrato, pero no escondió que “con 37 años, uno disfruta cada minuto, cada guasa”, por lo que espera “ayudar para que el equipo gane” porque “ganar un derbi es una alegría especial por” el hecho de “ser bético”.
Es consciente de que “ganar el sábado es fundamental” para “meterse en la pelea” por las plazas europeas.