El Fabril encarará en esta temporada 2018/19 la segunda consecutiva en Segunda División B. Lo realizado la pasada campaña -un segundo puesto y con opciones de título hasta la última jornada- será muy difícil de repetir, pero en el regreso de Tito Ramallo al banquillo de Abegondo, el filial del Deportivo ha realizado una atractiva reconstrucción pese a las múltiples bajas sufridas en el último mercado de fichajes.
Una de las noticias más buscadas el pasado mes de junio era la del nuevo entrenador del Fabril. El Depor B arrancó el pasado curso con Cristóbal Parralo, el míster del ascenso el año anterior, pero le surgió la oportunidad de dirigir el primer equipo tras la destitución de Pepe Mel y no la dejó pasar. Después de tres partidos con Rubén Coméndez como técnico interino, la dirección deportiva fichó a Gustavo Munúa, que empeoró los números de Cristóbal pero acabó el curso en la segunda posición, una clasificación histórica para el Fabril. El club llegó a pedir cárcel para Munúa por el presunto amaño del Levante-Zaragoza y, aunque no lo destituyó durante la temporada, estaba más que claro que el uruguayo no seguiría en la entidad blanquiazul en el ejercicio 2018/19. Se rumoreó con Miguel Figueira (Bergantiños), con José Luis Lemos (Boiro y Cerceda), hasta con Julián Calero (Navalcarnero), pero finalmente el elegido fue Tito Ramallo, un viejo conocido de la casa deportivista que la pasada campaña dirigió al Cerceda.
Tito Ramallo es el ejemplo perfecto del denominado ‘hombre de la casa’. Fue jugador del Fabril, con el que consiguió el ascenso a Segunda B, y dirigió al filial blanquiazul desde el año 2001 hasta el 2012, consiguiendo tres campeonatos de Tercera División y una fase de ascenso a Segunda División. En Cerceda no le fueron bien las cosas, dejó el equipo en las primeras jornadas de la segunda vuelta y el club acabó desapareciendo. Antes de Cerceda disfrutó de una interesante y exótica experiencia en el fútbol armenio como míster del Banants.
En su regreso al Fabril, del que fue rival la pasada temporada cuando era entrenador del Cerceda, Tito Ramallo se encontrará bastantes novedades con respecto a la plantilla del anterior ejercicio. El filial del Deportivo ha sufrido muchas bajas y, fundamentalmente, en la parcela ofensiva. Óscar Pinchi, una de las grandes esperanzas del club en los últimos años para que un futbolista de la cantera pudiese alcanzar el primer equipo, decidió aceptar la propuesta del Atlético de Madrid para jugar también en su filial y en Segunda B, por lo que será rival del Fabril esta temporada. El único jugador que ha salido a una categoría superior es Borja Galán, que se ha comprometido con el Alcorcón de Cristóbal Parralo. El panameño y mundialista Ismael Díaz tampoco continúa en el club blanquiazul -se sabía que en Segunda B sería muy complicado- y ha fichado por El Tanque Sisley de Uruguay. Otro de los futbolistas de ataque que se han ido es Luis Fernández, que se ha comprometido con el UCAM Murcia, uno de los pesos pesados de la Segunda B. El portugués Jardel es el quinto atacante que ha causado baja en el Deportivo este verano. En el centro del campo también ha habido bajas sensibles: Edu Expósito al primer equipo, Romay al Pontevedra, Álvaro Queijeiro al Cartagena y Martín Bengoa al Leioa. Por último, la gran noticia para la cantera del Depor este verano es el cambio de ficha del lateral izquierdo Diego Caballo, que no jugará en el Fabril y sí lo hará en el primer equipo.
En cuanto a las caras nuevas, llaman la atención los dos mediocentros que se han incorporado en las últimas semanas: Javi Rey, procedente del Racing de Santander, es un jugador muy potente, con recorrido y llamativa conducción; y Sèbastien Salles-Lamonge, que llega del Rennes B, aporta más creatividad a la medular del cuadro de Tito Ramallo. Del Juvenil A han subido el portero Ricardo Benjamim, el central Mujaid, el mediocentro Gandoy y el delantero Pedro. También se incorporaron al Fabril el centrocampista Villares (Villalbés), el extremo Víctor García (Torre Levante) y el atacante Guillermo May (Nacional B). Además, jugadores como Adri Castro, Boedo, Kanoute y Ortu, que tienen ficha con el Laracha –esta temporada filial del Fabril– podrían participar con el Depor B cualquier fin de semana.
Objetivo y propuesta
En Abegondo (casi) todo el mundo debe tener claro que alcanzar el segundo puesto del pasado curso es una misión prácticamente imposible en un grupo 1 muy competitivo. Este Fabril cuenta con centrales de mucho nivel como Raúl González, Mujaid, One y Quique Fornos –incluso Gaizka Martínez–y es por eso que Tito Ramallo valora la opción de jugar con un esquema de tres centrales (1-3-5-2) para darle cabida a tres de esos cuatro futbolistas. El otro sistema que ha expuesto el míster del filial en los partidos de pretemporada es el de la línea de cuatro, con tres centrocampistas, dos extremos y un delantero centro. l