El toledano Víctor Mollejo, campeón de Europa sub 19, fue uno de los jugadores que llegó sobre la bocina en el pasado mercado estival.
Un futbolista, de sobra conocido en las categorías inferiores españolas y que ya había debutado a los 17 años con el Atlético en Primera, llegaba procedente de su filial, que militaba en Segunda B.
Un jugador que iba a demostrar desde el minuto uno su garra, ganas e ímpetu, normales debido a su edad, pero al mismo tiempo, el tener una cabeza muy bien amueblada.
1. Un goleador todoterreno
El toledano es el actual pichichi de los blanquiazules, con cinco dianas en su casillero. El jugador, que ha ejercido tanto como de punta, como de volante y últimamente de carrilero zurdo, ha demostrado polivalencia y olfato goleador en todas las posiciones.
Su primer tanto lo marcó en la jornada seis ante el Numancia (3-3) y vio también puerta dos después ante el Mirandés (1-1), en la quince, en la derrota ante el Elche (1-3), tres después en el controvertido empate ante el Girona (2-2) y la última vez en la jornada 29 contra el Real Zaragoza (3-1) en La Romareda.
2. Minutos, pese al baile de banquillo
Si bien con la llegada de Fernando Vázquez se ha asentado definitivamente en el once, aunque en una demarcación, el carril izquierdo, que no es la suya, su presencia fue importante tanto con Juan Antonio Anquela, como después con Luis César Sampedro.
El toledano acumula 1897 minutos repartidos en 26 partidos, 23 siendo titular y en tres de ellos siendo suplente. Concretamente salió desde el banquillo en los choques ante el Racing de Santander (1-1), el Fuenlabrada (1-1) y en la derrota ante la Ponferradina a domicilio (2-0).
Entre otros de sus datos está el ser el segundo jugador blanquiazul que más veces ha tirado a puerta, con un total de 19 disparos, solo por detrás de Aketxe (37).
3. Dos ciclos de amonestaciones
Uno de los aspectos a mejorar por Mollejo, reconocido por el propio futbolista, es el número de cartulinas que ve en cada partido. El toledano ha cumplido ciclo de amonestaciones dos veces en lo que llevamos de temporada.
Diez amarillas que él admitía que volvía a visionar luego en casa y que no siempre consideraba justas. Incluso llegó a reconocer algún mal gesto o contestación por parte de algún árbitro, que entendía que lo trataba de manera distinta debido a su juventud.
4. Relación especial con Vázquez
Aunque el entrenador de Castrofeito mantiene una relación de cercanía con todo el plantel, Mollejo admitía la gran sintonía que tenía con ‘El Profe’ y sus valiosas enseñanzas.
Un técnico que le había convencido con hechos de cuestiones como su cambio de demarcación.