Por una cuestión de fe, cuando Ferrari parecía inalcanzable por su velocidad y su ritmo, Lewis Hamilton pudo renovar el reinado de Mercedes en el Gran Premio de Rusia.

Es la única escudería que conoce la victoria en la ciudad olímpica de Sochi, adherida al calendario en 2014. Mercedes debe su supremacía, en gran medida, al desempeño del virtuoso piloto de Stevenage. Y es que ayer, como en 2014, 2015 y 2018, volvió a ser el mejor sobre el asfalto ruso.

El mérito es atribuible a la fortuna y a su empeño por forzar su ‘flecha plateada’, aun sabiéndose el mejor del Mundial. Ocurre, sin embargo, que su hambre no está extinta. Hamilton suma 82 victorias y cinco títulos. Tiene tiempo para seguir decorando su historial.

En Sochi le resultó complicado poder seguir la estela de los Ferrari en el primer tercio de la carrera. Sebastian Vettel y Charles Leclerc comandaban la prueba, distraídos en su propia pelea. El alemán, según denunció el monegasco, alteró el pacto acordado. Aprovechó el rebufo que le facilitó Leclerc para ganarle la segunda posición a Hamilton; pero a continuación rebasó también a su compañero.

Riña en Ferrari

Esa acción abrió una riña por radio. Leclerc reclamó el primer puesto. Dueño de la pole, entendía que era lo más justo. Vettel, en cambio, defendió lo suyo. “Tiene que acercarse más”, pidió reiteradamente. Desde Ferrari intervinieron con un mensaje conciliador. “Haremos el cambio más tarde”.

Más comedido que en Singapur, el joven monegasco prefirió dejar la disputa para después de la carrera. Bastante tenía con protegerse de la amenazante figura de Hamilton. Leclerc cumplió en pista. Supo esperar hasta la vuelta 27 para retomar la cabeza coincidiendo con la entrada de Vettel en boxes.

No contaba la escudería italiana con perder ahí su doblete. Un problema en el motor dejó al germano fuera de carrera. Ese lance revitalizó a los dos Mercedes. El coche de seguridad virtual se convirtió en el gran aliado de Hamilton y de Valtteri Bottas, quienes pasaron a comandar la prueba.

Por detrás cruzaron la bandera a cuadros los Red Bull de Max Verstappen y de Alexander Albon, en tanto que Carlos Sainz volvió a erigirse en el ganador del ‘resto’. Una carrera sobresaliente ubicó al madrileño en la sexta plaza. Le ganó la partida a Sergio Pérez y a su compañero, Lando Norris.

El Mundial saltará ahora al continente asiático, concretamente a Japón, donde el clásico circuito de Suzuka albergará, del 11 al 13 de octubre, la decimoséptima de las 21 carreras del Campeonato del Mundo 2019. l