Tal y como estaba inicialmente previsto, los jugadores deportivistas Uche Agbo y Diego Rolan se reintegraron ayer a la disciplina de grupo después de haberse repuesto por completo de sus respectivas dolencias físicas.

De este modo, ambos se postulan a entrar en la convocatoria del partido del domingo en Riazor ante el Compostela (17.00), en el que la escuadra de Rubén de la Barrera precisa reconciliarse con la victoria con urgencia.

En el caso del internacional nigeriano, este completó su primer entrenamiento del año 2021, puesto que dispuso de un permiso especial para prolongar sus vacaciones navideñas en su país.

La enfermería blanquiazul, en efecto, ha experimentado una sensible mejoría, puesto que ahora mismo solo un futbolista, Keko, se encuentra al margen de la actividad sobre el césped.

Los otros jugadores renqueantes —Miku, Bóveda, Beauvue y Héctor Hernández— desarrollaron sus respectivos planes personalizados de rehabilitación a ras del verde de la Ciudad Deportiva de Abegondo, siempre bajo la supervisión del recuperador del club Fran Molano.

De este cuarteto, el internacional venezolano Miku es el mejor posicionado para retornar antes a la disciplina grupal, habida cuenta de que ya concluyó la semana pasada a un notable ritmo de trabajo y que ayer realizó la primera parte del ensayo con el resto de sus compañeros. 

El plantel coruñés se ejercitó por espacio de casi dos horas en una sesión matinal presidida por las adversidades meteorológicas y en la que el balón fue claro protagonista.

El míster Rubén de la Barrera diseñó un plan de trabajo consistente en un calentamiento con rondos, una tarea de posesión del esférico y una serie de partidos en el campo II, en los que impartió constantes instrucciones a sus jugadores.

En el primer partidillo, a tres cuartos de campo, el técnico no dio pistas del once que tiene en mente para el fin de semana; el segundo fue en espacios reducidos.