Necesitaba una victoria como el comer y con el cambio de entrenador se buscaba una reacción inmediata. Lo que no consiguieron Tito Ramallo contra el Internacional de Madrid en la primera jornada de liga y Sergio Pellicer en la jornada 10 contra el Coruxo –ganar– lo hizo Luisito en su primer partido como técnico del Fabril. El filial del Deportivo se impuso por 2-0 al Burgos con goles de May y Montiel.
La primera parte no pasará a la historia como una de las mejores del Fabril (ni siquiera de esta temporada) pero sí sirvió para conocer el planteamiento inicial de Luisito en su primer encuentro como míster del Deportivo B, extraño en algunas posiciones. Apostó por un 1-4-3-3 en el que Álex Cobo fue el portero, en el que en la línea defensiva solo llamó la atención (no mucho) la titularidad de Valín en el lateral derecho, quedando fuera Leto, uno de los fichajes en el mercado de invierno. Más llamativo fue el trío del centro del campo, con Segado en la posición de mediocentro defensivo y Carlos López e Ignacio Abeledo (un extremo o delantero) como interiores. Aunque fue lo que trabajó durante la semana, resultó extraño ver a Abeledo por dentro y a Jony Montiel, un mediapunta en toda regla, en la posición de extremo izquierdo. Víctor en la derecha y Uxío como delantero centro completaron el primer once inicial de Luisito.
El Burgos se presentó en Abegondo con 12 puntos más que el Fabril y con un entramado defensivo que justificó su espectacular cifra de goles en contra: 17 en 23 partidos. Solo el líder Fuenlabrada encajó menos que el cuadro de El Plantío, que formó con un 1-5-3-2 sólido y sin espacio en la espalda.
Un córner cerrado de Jony Montiel que obligó a intervenir a Mikel en el segundo palo y abajo para evitar el gol olímpico fue la ocasión más peligro del Fabril en un primer tiempo en el que mejoró a nivel de juego con el paso de los minutos. En el ecuador del primer acto, los futbolistas blanquiazules entendieron que para hacer daño al Burgos tendrían que buscar los cambios de orientación para desajustar al rival en las basculaciones. Así hicieron los de Luisito, circulando la pelota de banda a banda, aunque sin decisión para profundizar por fuera (Montiel era el extremo izquierdo y Víctor se soltaba para dentro más de la cuenta).
No le duró demasiado esa fase de dominio y, sobre todo, de control en el juego al Fabril, ya que en los últimos diez minutos del primer acto, el Burgos se permitió avanzar metros y merodear el área de Álex Cobo. Los dos laterales, Andrés en la derecha y Kevin (uno de los más destacados de su equipo) en la izquierda, llegaron hasta línea de fondo para sacar centros peligrosos que no llegaron a rematar con claridad Fer Ruíz y Diego Cervero, aunque sí generaron incertidumbre. El Fabril cometió errores en el repliegue y hubo alguna situación en la que el cuero llegó de carrilero a carrilero.
En el descanso, Luisito se dio cuenta de que el planteamiento inicial no era el más adecuado o, al menos, no lo era para este partido ante el Burgos. Reestructuró el dibujo inicial en un 1-4-2-3-1 con Carlos López y Segado en el doble pivote, Víctor en la derecha y, lo más importante, Jony Montiel en la mediapunta e Ignacio Abeledo en la izquierda, con Uxío en punta. El filial fue capaz de tener más claridad para ser vertical y llegó más y mejor por fuera.
La primera ocasión, que no fue ni ocasión al ser invalidada por el asistente (fuera de juego), fue del Burgos en una falta lateral ejecutada por Kevin y rematada de volea a gol por Cervero. El primer cambio de piezas de Luisito fue dar entrada a Guillermo May en el sitio de punta de Uxío. Si el míster de Teo hubiese hecho el relevo cinco minutos más tarde, el Fabril ganaría 1-0 porque Abeledo sacó un centro desde la izquierda que el uruguayo, totalmente solo en el segundo palo, remató arriba y que el lucense, en su especialidad, mandaría a la red.
De pensar que sacar a un rematador, independientemente de la entrada de May, había sido un error, se creyó acertadísima la primera sustitución del Fabril, ya que ocho minutos después de saltar al campo, May se coló entre los centrales del Burgos tras un despeje raso de One, encaró a Mikel y definió a la perfección con la diestra. Luisito, May, el Fabril ganaron un partido clave. Montiel sentenció con un golazo en el 83 y May volvió a fallar, en este caso una vaselina clara en el 90, pero ya había hecho lo más importante, marcar el gol de la victoria ante el Burgos.