El Barcelona, que encadena cinco victorias en la Euroliga, quiere seguir mirando hacia arriba en Tel Aviv, donde hoy se mide al Maccabi con la duda de Kevin Seraphin, por un esguince de tobillo.
Los de Svetislav Pesic, con once triunfos y siete derrotas, ahora son sextos, tienen un cojín de dos victorias sobre el séptimo (Bayern Munich), el mismo balance que el quinto (Olympiacos) y un triunfo menos que el cuarto (Efes).
El Barça está en un gran momento. Su baloncesto está muy equilibrado, tanto en la pintura como en el perímetro. En Europa, su última derrota data del 18 de diciembre, cuando cayó frente a Olympiacos en el Palau (60-69). Desde entonces, su crecimiento ha sido exponencial con victorias en canchas complicadas como las del Baskonia (70-77) y Olimpia Milán (85-90), así como las logradas en casa frente a Efes (80-65), Darufassaka (97-65) y Panathinaikos (79-68).
Por eso, los azulgranas tienen hoy una nueva oportunidad para continuar con su buena dinámica, aunque se medirán a un rival que viene batir a domicilio al CSKA Moscú (76-93), en un gran partido coral (35/47 en tiros de dos) y con Yovel Zoosman, Johnny O’Bryant y Alex Tyus como principales baluartes.
Para hoy, el Maccabi recuperarán a uno de sus bases, Jeremy Pargo, que ya ha superado los problemas de espalda que le han mantenido fuera del equipo. En la posición de ‘1’ se dirimirá buena parte de la suerte del partido. El Barça tiene en Thomas Heurtel a su principal argumento. En los últimos partidos, el base francés ha promediado 20.7 puntos (56% de acierto en triples), 4.3 asistencias y 25 de valoración.
Otra clave estará en la defensa: la estadística refleja que el Barça ha dejado en 70 o menos puntos a sus rivales en seis de los últimos ocho encuentros disputados.