El Deportivo vivió otra tarde para olvidar, esta vez en el Francisco de la Hera ante el Extremadura, y en gran medida fue por la notable actuación de dos exfutbolistas blanquiazules, ahora a las órdenes del coruñés Manuel Mosquera: Óscar Pinchi y Diego Caballo.

Curiosamente el salmantino fue uno de los jugadores en el once del hasta ahora único triunfo ante el Deportivo, ante el Oviedo, en el que se fracturó los huesos propios de la nariz.

El sábado los dos camparon a sus anchas por el verde. En el caso de Pinchi, fue el más listo para, tras una mala presión de los herculinos, hacerse con el esférico, avanzar sin oposición, al coger al equipo volcado, irse de Michele Somma y centrar al corazón del área para que marcase a placer Ale Díez. 

Mazazo en el minuto cinco para un equipo tocado ya anímicamente y que volvía a tener que remar a contracorriente, una vez más, en esta temporada en la que casi siempre recibe el primer golpe.

Por la banda de Mujaid, segunda jornada seguida de lateral, con la inclusión de Eneko junto a Somma en el eje de la zaga, volvía a llegar el peligro y el gol, esta vez de la mano de Caballo, con la participación de Pinchi. Éste realizaba un cambio de orientación, recogía el salmantino, muy solo, debido a que Mujaid estaba demasiado hundido, se iba de Valle y centraba raso para que Zarfino, libre de la marca de Somma, hiciese el segundo.

Un nuevo descalabro defensivo para un Deportivo que volvía a encajar dos goles y que suma ya 29 tantos en contra. Si bien es cierto que debido a las ausencias por partidos de selección y las bajas el cuerpo técnico tuvo que armar una defensa alternativa, los fallos en los marcajes y la falta de intensidad fueron algo incuestionable.

El Deportivo necesita crecer desde la defensa y, si como Luis César desveló, se van a replantear todo, no sería raro esperar que pudiese haber incluso un cambio de esquema. Lo hizo Miguel Ángel Lotina con aquella defensa de cinco en la temporada 2008-09 y logró salir del pozo.