Lucas Vázquez (Curtis, 1991) debutó el pasado viernes ante Portugal y ayer fue la gran novedad en el once inicial de la Roja contra Irán. Es el sexto mundialista nacido en la provincia de A Coruña. Se suma a Eduardo ‘Chacho’ González (Italia 1934), Luis Suárez (Chile 1962 e Inglaterra 1966), Amancio Amaro, Marcelino Martínez (Inglaterra 1966) y Tomás Reñones (México 1986).
Luquiñas, que despuntó en el equipo de su pueblo antes de pasar por el Ural, es el orgullo de Curtis. Ayuntamiento de unos 4.000 habitantes con vestigios castrexos y romanos y perteneciente a la comarca de Betanzos, no presume solo de nabizas y queso tetilla.
El madridista se vistió ayer la Roja por décima vez en su carrera, la tercera como titular. Partió desde la banda derecha, pero se movió mucho, como acostumbra, a lo largo y ancho del ataque. Se asoció cuanto pudo pero no lució demasiado. No le ayudó el ultraconservador posicionamiento defensivo de Irán ni que España volcase su juego hacia la izquierda, el lugar del protagónico Isco.
Lucas acarició el gol en la segunda mitad tras un extraño rechace del portero iraní. Entró con todo, pero no tocó balón. Lo intentó todo hasta que fue sustituido en el minuto 79 por Asensio, su compañero en el Real Madrid.
Aquel chaval que correteaba con un balón por las calles y el municipal de Curtis y que luego brilló con la camiseta del Ural, dijo no al Depor por una oferta del Real Madrid. Hoy es uno de los futbolistas de moda, en el primer equipo blanco y en la selección. De Curtis para el mundo.