Más sombras que luces ha ofrecido el Deportivo en los tres primeros meses de competición en Segunda B. Muy pocos integrantes de la plantilla blanquiazul han brillado en el primer tramo de la temporada y escasos aspectos del juego pueden destacarse en un equipo que estaba llamado a marcar las diferencias en la categoría de bronce y que, por el contrario, ha generado bastantes dudas por sus problemas para elaborar fútbol y las limitadas ocasiones generadas.
La parcela creativa y la producción ofensiva son el principal talón de Aquiles de un Depor que ha exhibido un juego bastante pobre y previsible en las ocho primeras jornadas.
De hecho, la mayoría de los futbolistas de medio del campo hacia delante no han alcanzado el rendimiento esperado.
Decepciones
En líneas generales, pocos deportivistas han jugado al nivel que se espera de ellos, pero las principales decepciones son los futbolistas talentosos y de una categoría superior que deberían marcar las diferencias en Segunda B y que, sin embargo, no lo han conseguido.
Quizá, el principal bluf en estos tres primeros meses sea Miku. El internacional venezolano, con 124 partidos en Primera División y 79 en Segunda, llegaba en verano como uno de los fichajes estrella, pero apenas ha jugado 145 minutos y cuando ha estado en el césped, su incidencia en el juego ha sido prácticamente nula.
También ha pasado prácticamente inadvertido hasta ahora el portugués Rui Costa. El atacante portugués ha sido uno de los recambios de los que más ha echado mano Fernando Vázquez. Ha salido desde el banquillo en cinco de los ocho encuentros de Liga, pero apenas suma 84 minutos en total y se ha mostrado demasiado impreciso y acelerado cuando ha estado en el campo, quizá por sus ansias de mostrar un fútbol que seguimos sin descubrir.
Otra de las grandes decepciones es José Lara. La cesión del joven delantero sevillano generó buenas dosis de ilusión en los aficionados por su velocidad y capacidad de desborde, así como por el hecho de ser una de las mayores perlas de la cantera nervionense, llegando a jugar en el primer equipo del Sevilla de la mano de Joaquín Caparrós. Pero el extremo de 20 años, que comenzó el curso como titular indiscutible y marcó el gol del triunfo frente al Coruxo, ha ido perdiendo peso a medida que ha avanzado la competición. De hecho, apenas ha sumado 43 minutos en los tres últimos partidos en los que ha intervenido.
Otro que aún debe ofrecer mucho más, pese a ser uno de los tres futbolistas que han sido titulares en los ocho encuentros de Liga, es Celso Borges. El internacional costarricense debería ser uno de los futbolistas más determinantes de la categoría y, pese a momentos puntuales, apenas ha marcado las diferencias.
Tampoco está rindiendo al nivel esperado el centrocampista Nacho González, titular en seis partidos, pero muy impreciso y lento a la hora de mover el balón; Claudio Beauvue, que marcó el primer gol del Depor esta temporada, pero que en los últimos partidos ha pasado sin pena ni gloria; y Eneko Bóveda, héroe en la primera jornada con el gol épico en el minuto 97, pero que en las últimas semanas ha protagonizado varios errores en defensa impropios de su experiencia.