La selección española femenina de fútbol emprendió en 2015 un nuevo rumbo, con un destino marcado: este verano La Roja repetirá experiencia mundialista en Francia, ya sin la etiqueta de ‘novel’ que hace cuatro años definió su ventura en Canadá.
Su tránsito entre torneo y torneo —con su participación en la Eurocopa mediante— ha estado adornado por una fase de clasificación intachable. Ocho triunfos en otros tantos compromisos dieron a la escuadra española el pase directo al Mundial.
Al mismo tiempo, el grupo ha ido renovándose, modelándose y creciendo en amistosos de nivel, como el que hoy le medirá con el combinado de Estados Unidos en el estadio José Rico Pérez de Alicante. Y es que, después de haberse citado en el último trienio con las selecciones de Alemania, Francia e Inglaterra, las pupilas de Jorge Vilda asumen ahora el reto de enfrentarse a las vigentes campeonas del mundo a cinco meses de la celebración del Mundial de Francia.
“No hay un equipo mejor”, convino la guardameta alicantina del Barcelona Sandra Paños, quien reconoció que “es un orgullo que te digan que estás entre las mejores porteras de Europa”.
El inédito España-Estados Unidos tiene cartel, si bien la realidad de ambos equipos es contrapuesta.
Jill Ellis y las 27 jugadoras convocadas para la primera concentración del año defienden el número uno del ránking FIFA alejadas de sus mejores capacidades, ya que el calendario de la NWSL estadounidense dicta descanso desde finales de septiembre hasta finales de abril y su pretemporada arrancó hace una semana.
Récord de asistencia
Los organizadores confían en que se supere el récord de asistencia en un partido de la selección en España, que data del pasado 4 de septiembre, cuando 7.727 espectadores presenciaron el triunfo ante Serbia (3-0) en Las Gaunas.
El choque, además, ha despertado un gran interés mediático, con 81 redactores y 23 fotógrafos acreditados.