El Barcelona intentará rearmarse anímicamente hoy del varapalo anímico que significó la derrota en el tercer partido ante el Efes (68-102), que pasó por encima de un equipo desdibujado que está al borde de la eliminación. 

El naufragio azulgrana fue incontestable: la tercera derrota europea más abultada de la historia del club. Una desventaja de 34 puntos, solo superadas por los pinchazos contra el Real Madrid en las temporadas 2016/17 (63-102) y 2013/14 (62-100). 

El conjunto turco firmó el miércoles una actuación perfecta. Shane Larkin y Vasilije Micic jugaron a placer y maniataron a los jugadores de Svetislav Pesic, sin la fortaleza defensiva en que cimentaron su clasificación para los playoffs. 

El Efes no solo recuperó el factor pista, sino que ofensivamente demostró estar varios peldaños por encima. Con Larkin y Micic moviendo los hilos, Krunoslav Simon jugó a sus anchas en el perímetro, Adrien Moerman explotó su versatilidad y Bryant Dunston y Tibor Pleiss mandaron en la zona. 

Más allá del juego, y especialmente la intensidad defensiva, Pesic deberá trabajar para que sus jugadores recuperen la confianza. Completar un buen primer cuarto será una de las claves. En las dos derrotas de la serie, el Barcelona empezó frío. En el primer partido, el Efes puso las bases de la victoria en los primeros diez minutos (26-15). El miércoles, la ventaja tras el primer cuarto fue menos abultada (20-26), pero el ritmo lo imponían los de Ergin Ataman.