Óscar Husillos relegó al olvido su traumática descalificación cuando había ganado la final de los Mundiales en sala de Birmingham 2018, al colgarse en Glasgow la plata en los Europeos, adornada con un nuevo récord de España (45.66).
El atleta de Astudillo metió al equipo español en el medallero en una jornada que avivó nuevas esperanzas de podio con Orlando Ortega en 60 vallas y los ochocentistas Esther Guerrero, Mariano García y Álvaro de Arriba.
Husillos sólo cedió ante el noruego Karsten Warholm, vigente campeón del mundo y de Europa de 400 vallas, que tomó en cabeza la calle libre, pasó el 200 en 21.35 segundos y mantuvo las distancias con el plusmarquista español. Lucas Búa, con el pie izquierdo herido y por la calle uno, cerró la final con 46.92.
Husillos había hecho el récord nacional anterior (45.69) el 2 de marzo del año pasado en semifinales de los Mundiales de Birmingham.
Ortega superó sin problemas la primera ronda de 60 vallas (Enrique Llopis lo hizo por tiempos). El vigente subcampeón olímpico de 110 vallas llegó a Glasgow como líder europeo del año, con 7.49, pero está convencido de que franceses y británicos –entre ellos el vigente campeón, Andrew Pozzi– le van a dar guerra.
Esther Guerrero, campeona nacional de 1.500, irrumpió en la final de 800, su antigua prueba, con una impetuosa victoria en la primera semifinal. Álvaro de Arriba y Mariano García se clasificaron, con sendas victorias en sus series, para la final de 800, en la que intentarán un asalto al podio.
Jorge Ureña, vigente subcampeón de Europa de heptatlón, comenzó la combinada con 6.96 en los 60 lisos, a cinco centésimas de su récord, que le otorgó 897 puntos. En longitud saltó 7,39 metros. Después enderezó su rumbo haciendo marca personal en peso (14,68) y 2,07 en altura, con lo que acabó la primera jornada con 3.443 puntos, solo por detrás del británico Tim Duckworth (3.533) y del sueco Fredrik Samuelsson (3.475).
Doblete familiar
La familia Ingebrigtsen conquistó dos medallas de una tacada en la final de 3.000 metros: Jakob, de solo 18 años, logró el primer oro del doblete que persigue en Glasgow y su hermano mayor, Henrik, se conformó con el bronce pese a que se arrojó sobre la raya en busca de la plata.
El menor de la saga venció sin despeinarse. Llegó a meta destacado, sin el menor signo de fatiga, para ganar con un tiempo de 7:56.15. Por detrás, su hermano perdió el pulso con el británico Chris O’Hare, segundo con 7:57.19, en la misma centésima que Henrik.
Al día siguiente de adquirir sendas plazas de finalista en 1.500 y 3.000 ganando sus series con sólo 80 minutos de diferencia, Jakob logró la primera parte del doblete que se propone obtener.