Derrota ante un equipazo
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17º-23º

Derrota ante un equipazo

Derrota ante un equipazo
Martín-Prieto, delantera del Granadilla, cabecea a gol en la acción del 1-0 ante la salida en falso de Noe Bermúdez, portera del Deportivo Abanca | laliga

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El Deportivo perdió el primer partido del año de forma merecida ante un auténtico equipazo. El Granadilla reaccionó tras el tiro al larguero de Peke nada más empezar y, a partir de ahí, fue muy superior.

Las tres partes más diferenciadas de un vuelo son: despegue, crucero y aterrizaje. Podrían servir perfectamente para explicar el viaje que hizo el Deportivo a Tenerife en la jornada 14 y, sobre todo, para entender el desarrollo de un partido que terminó con victoria local clara tanto por merecimientos como por el propio resultado final: 4-1.

El despegue no fue nada malo, pero solo duró diez minutos. El Deportivo cogió vuelo en el encuentro con una presión muy alta, impidiendo circular la pelota al Granadilla y buscando con descaro las caídas a banda derecha de Athenea. Las zagueras apenas entraron en juego y la primera gran ocasión fue del equipo coruñés en una falta lateral colgada por Alba Merino desde el sector izquierdo, cerca del medio del campo. El balón cayó en zona de peligro, disputó Ainoa, Pleuler se fue al suelo y Gaby dejó de cara con dificultades para Peke, que disparó con la zurda al larguero.

La fase de crucero duró casi una hora y le sirvió al Granadilla para demostrar por qué es uno de los mejores equipos de la Primera Iberdrola. El conjunto tinerfeño fue un martillo pilón siendo netamente superior a su rival en todos los aspectos del juego: en fútbol directo, en ataque elaborado, en contraataques, en saques de banda, en ejecuciones desde la esquina, en disputas aéreas, en organización defensiva… 

El primer gol de la mañana, en el minuto 22, nació precisamente de un saque de banda. La lateral derecho María Estella puso el balón en el área, la central izquierda Patri Gavira lo prolongó entre Villegas y Gaby y Martín-Prieto cabeceó a gol en el área pequeña ante cuatro deportivistas: Stephannie Blanco, que era la encargada de hacerle marcaje individual; Cris, que ‘estaba’ por allí; Ainoa, que también vigilaba a Natalia Ramos; y Noe Bermúdez, que como muchas otras veces esta temporada hizo una salida desastrosa para dejar en bandeja el 1-0 a la imponente delantera sevillana de 27 años. 

Un minuto después, la propia Martín-Prieto, la futbolista más determinante del partido, ganó en potencia a Blanco, se metió en el área y sacó un zurdazo fuera. No tardó en unirse a la fiesta la extremo Mari Jose, otra de las destacadas en las locales junto a la lateral izquierdo Pisco, impresionante rompiendo líneas por dentro y por fuera y en el golpeo de la pelota parada. Estaba siendo tan superior el Granadilla que lo lógico era que no tardase en caer el segundo.

En el 29, solo siete minutos después del 1-0, la lateral derecho María Estella, que había participado en el primero, puso un gran balón en profundidad desde su campo aprovechando que el Depor tenía la línea defensiva adelantada y la pasividad en la presión de Gaby. Martín-Prieto desmontó a Blanco en carrera y también se deshizo de Ainoa, que apareció en la cobertura. La ‘9’ andaluza cabalgó hasta pisar área y batió a Noe de tiro raso y cruzado.

Tierra de por medio
La sentencia, a falta de dos para el descanso llegó, como en el 1-0, a balón parado, aunque en este caso de saque de esquina. Lo puso cerrado desde la izquierda Paola y Cris, que estaba en el primer palo, peinó ligeramente el cuero para que Noelia acabase mandándolo al fondo de su portería. 

Con 3-0 y un superioridad total el partido quedó finiquitado antes del descanso, pero en la segunda mitad el Granadilla quiso más y aprovechó un descosido por la zona izquierda de la defensa deportivista para, después de un centro que despejó de forma horrible Blanco, firmar el mejor gol. Mari Jose controló entre el punto de penalti y la frontal y, a la media vuelta, conectó un derechazo que fue directo a la escuadra.

La última fase del encuentro fue la del aterrizaje. El Granadilla, que siguió merodeando el área rival y generando ocasiones claras, perdió concentración en el último pase y en la finalización y esos errores le permitieron al Depor no salir goleado. Incluso gracias a un penalti infantil de Natalia Ramos sobre Athenea, Alba Merino consiguió maquillar el resultado (4-1) a falta de media hora para el final. El encuentro ya había perdido interés. Las locales querían pisar tierra sin forzar mucho más la máquina y las visitantes hicieron lo posible para regresar a Coruña sin daños mayores.

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