El Depor Abanca se ha hecho mayor. Aquel equipo que nació en 2016 plagado de niñas ha alcanzado su madurez. Y con ella ha llegado el primer gran éxito del proyecto: el ansiado ascenso a la Liga Iberdrola. Le puso la guinda a una temporada redonda el cuadro coruñés en la lejana Arguineguín, cuna de Juan Carlos Valerón. Goleó al Femarguín canario y sumó su cuarta victoria en una impecable fase de ascenso, la vigesimonovena consecutiva desde que empató en la primera jornada de liga. Sin aquel tropiezo no se entiende una racha inimitable en el mapa del fútbol femenino español. La élite espera a las blanquiazules, mujeres de Primera.
Sigue el Depor Abanca la estela de El Olivo vigués, último equipo gallego que ascendió y jugó en la máxima categoría. Subió en 2014 curiosamente después de eliminar al Femarguín, aunque en primera ronda, pero descendió una campaña después y desapareció el año pasado. Sueñan las blanquiazules con la gloria del mítico Karbo, precursor del fútbol femenino en A Coruña y campeón de las tres primeras ediciones de la Copa de la Reina entre 1983 y 1985.
Han pasado más de tres décadas desde aquellos triunfos del Karbo y ayer se cumplieron 19 años del título de Liga que logró el Depor en el 2000. Como un guiño a la historia, las chicas se jugaron el ascenso en el día más recordado por la afición blanquiazul. La efeméride ya es doble.
En su tercera temporada desde la creación del equipo en 2016, el Depor Abanca ha cerrado el ciclo con el objetivo principal que se habían marcado la directiva y la dirección deportiva. Al frente de la sección y del vestuario, un hombre, Manu Sánchez. Conocedor del fútbol femenino gallego y nacional, con experiencia en la categoría de plata desde sus años al frente del Orzán SD, fue el elegido por Tino Fernández para dirigir el nuevo proyecto. Le llovieron las críticas en la ciudad y más allá. Su trabajo, en silencio, y su gestión del grupo, impecable, le han dado la razón. Sus lágrimas, ayer durante la celebración, son las de un deportivista más.
Una auténtica piña
Manu nunca ha estado solo. Se rodeó de un cuerpo técnico sin grandes nombres, pero de su confianza, y eligió a las que creía mejores jugadoras para el proyecto. El club le hizo caso y apostó por la mejor generación de futbolistas gallegas de los últimos años, encabezada por Teresa Abelleira, capitana y motor del equipo.
Tere creció al ritmo del equipo y junto a ella otras jóvenes como Lía, Nuria o Laura, arropadas por futbolistas más veteranas que se han ido incorporando durante los años, el caso de Iris, Peke, Merino o Maya... Sin olvidar al clan venezolano que forman Gaby, Kika y Michelle. La plantilla es una auténtica piña.
El buen rollo, no exento de competitividad, es una de las claves del ascenso. Las otras dos son el talento y el trabajo, mucho trabajo. El Depor Abanca se prepara como un equipo de élite, aunque solo unas pocas jugadoras disponen de licencia profesional por el momento. Se entrena cuatro o cinco días a la semana y desde julio del 18, cuando arrancó la pretemporada. Las jugadoras están controladas por un psicólogo, un dietista y todo un cuerpo médico.
Las blanquiazules tienen una fortaleza física y mental a prueba de bombas. Y de encerronas, como demostraron ayer en Arguineguín.
Ni las 1.500 personas que calentaron el ambiente desde la grada antes del partido, ni el lamentable estado del césped artificial, ni el calor canario... Nada pudo con el Depor Abanca.
Salieron en tromba las blanquiazules y avisaron con sendas ocasiones de Gaby en los dos primeros minutos. A la tercera fue la vencida. La delantera venezolana peleó un lanzamiento de falta lejano de Patri Díaz –novedad en el once–, se llevó el esférico ante tres defensas, por pura fuerza y con dos toques de cabeza, y definió por abajo ante la salida de la portera Aco.
Olió sangre el Depor Abanca y sentenció el partido y la eliminatoria solo cuatro minutos después en un saque de esquina. Lo botó Teresa y lo introdujo la local Hari en su propia portería. Diez minutos y 0-2, el mejor escenario posible.
Espejismo
Reaccionó el Femarguín con un gol a la media hora en el único error de las blanquiazules en toda la eliminatoria. Colgó Carla un libre directo que se coló en la portería de Miralles sin que nadie la tocase. El 1-2 levantó a la afición canaria y a su equipo, que se volcó durante unos minutos sobre el área blanquiazul, pero sin claridad ni demasiado peligro.
En un calco de la primera mitad, el Depor salió a por todas en la segunda y despejó las posibles dudas. Peke firmó el tercero tras un saque de banda: se revolvió ante Sara y definió a la segunda en el mano a mano. El Femarguín bajó los brazos y las blanquiazules se encontraron con el cuarto: centró Patri Díaz, el despeje de Aco rebotó en Gaby y el balón acabó dentro de la portería con fortuna. 1-4, punto y final.
Incógnitas
El Depor Abanca cerró una temporada excelsa con una merecida celebración en tierras canarias y hoy regresa a casa (aterriza en el aeropuerto de Alvedro a las 14.05 horas) para festejarlo con su gente. De cara al futuro se abren varias incógnitas: ¿Cuál será la apuesta de la nueva directiva por el femenino? ¿Seguirá Manu Sánchez en el banquillo? ¿Resolverá la Federación el nuevo modelo de competición, enfrentado a la Liga y a la Asociación de Clubes?