El Deportivo, como el resto de la sociedad española, tuvo que afrontar un confinamiento que se iba prolongando cada 15 días. Un estado de alarma que obligaba a estar en casa y a salir solo a comprar, y en el que el plantel tuvo que agudizar el ingenio para entrenar.
1 Entreno en el domicilio
Tenían un plan de entrenamiento supervisado por el club pero los primeros días para trabajar tuvieron que tirar de ingenio. Garrafas de agua o palos de escoba servían para poder llevar a cabo los ejercicios propuestos, con el objetivo de mantener el mantener el tono físico, como mostraba en sus redes Víctor Mollejo, sin tampoco vistas a cuándo volvería la competición.
Otros como Berauvue entrenaban con las maravillosas vistas de la playa del Orzán y Borja Valle contaba con un amplio jardín para sus ejercicios.
2 Una sonrisa para sus vecinos
En el caso de Mollejo, que pasaba el confinamiento con varios amigos en su domocilio, decidía amenizar las noches a sus vecinos.
Después del aplauso sanitario, el toledano amenizaba un rato la tarde a su barrio gracias a la música que salía de un potente altavoz. Rápidamente se hicieron virales sus vídeos, en los que sus vecinos acompañaban la música con el encendido y apagado de las luces de sus edificios. “En momentos de dificultades es cuando más alegría, ilusión y ganas de vivir debemos de tener todos. Y de gente así está lleno Coruña!! Gracias vecinos!”, escribía en su cuenta personal de Twitter.
3Valle triunfa con sus directos
El futbolista berciano, que pasó el confinamiento solo en su domicilio junto a su perro Tango, se convirtió en un asiduo a los directos de Instagram.
A veces en solitario, otras veces compartiendo pantalla con compañeros como Mollejo, Valle se mostraba cercano, respondiendo preguntas a sus seguidores en directo y reflexionando sobre la pandemia y sus consecuencias, a nivel global. l