El Paiosaco no pudo aprovechar el pinchazo del pasado sábado del Polvorín para recuperar el liderato en solitario de la categoría ya que también cayó derrotado en su propio feudo ante un Ribadeo que sacó la máxima rentabilidad a una de sus escasas aproximaciones al área rival.

El encuentro tuvo tensión, polémica y emoción. Eso sí, sin apenas oportunidades de peligro por parte de ambos equipos. El Paiosaco llevó el peso del encuentro a través de la posesión ante un conservador Ribadeo que se dedicó a buscar balones en largo para esperar el fallo de los locales o provocar faltas y saques de esquina.

El Paiosaco rondó el área rival en varias ocasiones pero no llegó a inquietar claramente al portero Hugo. Ya en la segunda mitad el cuadro verdiblanco sufrió el primer golpe en forma de expulsión. El árbitro Pérez Martínez mostró la tarjeta roja directa a Popi por cortar un ataque del Ribadeo. Una decisión muy protestada por el Paiosaco.

Poco después llegó el segundo mazazo, también con polémica. Los locales reclamaron fuera de juego en el gol de Martín, que aprovechó una segunda jugada tras una acción a balón parado.

A partir del gol, el Ribadeo tiró del otro fútbol. Incluso David Rodríguez vio la segudna tarjeta amarilla por una pérdida de tiempo. El Paiosaco buscó el empate hasta el final pero no fue el día de los verdiblancos, que aun así mantienen un colchón –con un partido más– de siete puntos con el tercer clasificado (As Pontes) y nueve con el cuarto (Ribadeo).