Natxo González, máximo responsable técnico del RC Deportivo, medita actuar con tres delanteros el próximo sábado ante el Mallorca en Son Moix; al menos ayer ensayó con su tradicional sistema con rombo en el que Carlos Fernández fue ubicado en el puesto de mediapunta, unos metros por detrás de la dupla Quique González-Borja Valle.
Sin duda sería una variante arriesgada y ofensiva para intentar acabar con la sequía anotadora de los blanquiazules en los dos últimos encuentros, frente a Cádiz y Lugo.
El máximo perjudicado por esta elección sería Carles Gil, titular en el derbi gallego y uno de los futbolistas más destacados de esta contienda a pesar de no haber podido marcar en dos ocasiones nítidas.
La sesión matinal de ayer en las instalaciones de Abegondo estuvo constituida por un exigente circuito físico y varias pruebas tácticas, en las que el míster dejó entrever algunas de sus ideas para Son Moix.
En defensa, siempre por delante de Dani Giménez, el eje de la retaguardia estuvo integrado por Somma y Marí —Domingos Duarte parece indiscutible—, mientras que en el costado derecho se alternaron Simón y Bóveda, mientras que el izquierdo le correspondió a Saúl García.
En el centro del campo Pedro Mosquera y Vicente regresarían a la titularidad en compañía de Krohn-Dehli, que repetiría en el once.
Los dos entrenamientos restantes antes de la disputa del Mallorca-Deportivo serán fundamentales para determinar las intenciones del preparador vitoriano del Depor, que espera cambiar el rumbo de su escuadra fuera de casa con la que sería la tercera victoria lejos de Riazor en Liga.
Para esta misión, el ‘staff’ técnico dispondrá salvo complicaciones de última hora de todo su plantel excepto el centrocampista Pedro Sánchez, que todavía trabaja en solitario debido a sus problemas musculares y que está prácticamente descartado para el fin de semana en Mallorca.
El meta fabrilista Álex Cobo, tanto por la mañana como por la tarde, también estuvo a disposición del primer equipo, junto a los guardametas Dani Giménez y Adrián Ortolá.