Miku Fedor aseguró en su presentación como nuevo jugador blanquiazul que el Deportivo va a tener que remangarse de cara a esta temporada en Segunda B.
“Hay que ser conscientes de la categoría en la que vamos a estar, hay que trabajar mucho y ponerse el mono de trabajo. Este escudo hay que honrarlo a base de trabajo y creo que es la clave en esta categoría”, aclaró el ariete venezolano, que fichó por un curso con la entidad herculina.
El ariete, con experiencia en Segunda B, apela a que “la calidad ya la tenemos, pero hay que igualar el trabajo y la intensidad que van a poner otros equipos”, comentó al ser preguntado por cómo afronta la categoría.
Asimismo, admitió que el ascenso a Segunda es “el objetivo real y claro del club y es por el que vamos a pelear. Que la temporada tenga altibajos, por supuesto, como todos los deportes, pero el objetivo final es ese”.
Corazón y cabeza
Considera, además, fundamental el aspecto mental para sobrellevar un año exigente. “Jugar por el éxito es muy bonito y nosotros tenemos la capacidad y el entrenador también la tiene para gestionar eso y que las emociones no nos dominen”, apuntó.
Al futbolista no se le caen los anillos al ratificar que estuvo en periodo de prueba con el Deportivo y considera que fue algo normal que los coruñeses quisiese verlo en acción antes de rubricar su contratación.
“Cuando surgió la opción, el año pasado había tenido una lesión importante, y obviamente el club quería cerciorarse de que estaba en las condiciones para ayudar y yo lo asumí con naturalidad, no me pareció ni una ofensa, ni nada. No se trata de tirar currículum: yo he jugado aquí, yo he hecho esto, le he marcado goles a Brasil…
En este caso eso no interesa. El club fue muy claro y muy directo y nosotros también, decimos que no había ningún problema, que entendíamos la situación perfectamente, que yo estaba en perfectas condiciones”, apuntó.
Indicó que trabaja para conseguir su punto de forma física “lo más rápido posible” , ubrayó que estaba en el buen camino y que tanto Vázquez como el resto de sus compañeros le estaban ayudando.
Cogiendo el tono
“Esta situación ya me pasó cuando estaba en Qatar y volví al Rayo en Primera. Me tocaron unos meses de adaptación, pero aquella época fue diferente, porque llegué con la temporada empezada, sin pretemporada y estas tres semanas que he podido estar aquí entrenando doble turno, hacer cargas a las piernas… Hoy (por ayer) lo comentaba: hicimos el test de grasa y ya bajé el porcentaje, estoy bajando de peso y cada día me voy encontrando más fino y sobre todo teniendo mejores sensaciones en el campo, que es al final lo que cuesta más agarrar, el toque, el pase... La relación con los compañeros va a ser fundamental, me van a arropar y me van a permitir llegar a mi forma lo más rápido posible”, comentó.
Formato en entredicho
Miku, con una amplia experiencia en la categoría, reconoce que no le gusta el formato. “Hace años ascendí con el Salamanca (primer rival este curso), metí el gol del ascenso, pero era otro formato. En este caso es difícil, porque un día malo lo puede tener cualquiera y con un día malo se acaba la temporada. Como dije, el aspecto mental va a ser fundamental para poder gestionar y saber cómo manejar las emociones, sobre todo en los momentos clave”, corroboró.