Dos semanas después de haber puesto fin al maleficio que le perseguía lejos del Estadio Abanca-Riazor, el Deportivo tiene la oportunidad de dar otro golpe en la mesa, consolidar su reacción a domicilio y aferrarse a la lucha por el ascenso directo ante otro de los que aspiran a ese mismo objetivo.
El Molinón abrió el camino a la reacción del Deportivo como visitante. Los blanquiazules fueron más ambiciosos que en las anteriores salidas, más competitivos y superaron al Sporting de Gijón (1-2) con quince buenos minutos que rentabilizaron con dos goles y tres puntos. Esa es la base para mejorar el rendimiento a domicilio. Después de haber cedido un empate como local ante el Tenerife, los deportivistas están casi que obligados a volver de Granada con algo positivo en la maleta. No perder es lo mínimo; ganar, lo deseable y... necesario. Tres puntos impulsarían al equipo, que ahora mismo es quinto con 43 puntos a cuatro del líder, el Atlético Osasuna, que abrió la jornada con una victoria a domicilio ante el Sporting (0-2).
Cuando el Deportivo salte al césped del Nuevo Los Cármenes sabrá el resultado de otro de los equipos que están por delante en la tabla, el Albacete, que recibe en el Carlos Belmonte al Mallorca. La jornada la cerrará el Málaga en La Rosaleda ante la UD Las Palmas.
La igualdad es máxima. Un punto separa a los granadinos de los coruñeses en la clasificación y por eso hay que estar pendientes también del golaveraje, que está en juego. En el partido de Riazor el Deportivo se llevó el triunfo por la mínima (2-1). Todo lo que sea empatar o ganar supondrá tenerlo de cara; perder por un gol lo equilibraría y hacerlo por una diferencia mayor se lo pasaría al Granada. Hace un par de semanas, en la entrevista con este diario, Natxo hacía hincapié en la importancia de cada gol y recordaba, precisamente, aquel tanto que el Deportivo encajó a última hora ante el Granada, un disparo de falta de Ángel Montoro.
El centrocampista se ha lesionado el hombro y, en principio, es difícil que pueda jugar ante el Deportivo. Su lugar lo ocuparía el exjugador del CD Lugo Ramón Azeez. Además, Vadillo podría perder su posición en la alineación en beneficio de Dani Ojeda. El colombiano Adrián Ramos será el referente ofensivo del equipo que entrena el vigués Diego Martínez y que destaca por su regularidad y bloque defensivo. Es el equipo menos goleado del campeonato, aunque enfrente estará, el segundo que menos recibe y el máximo goleador de Segunda. Duelo por todo lo alto.
El Deportivo llega al choque mermado por las importantes bajas que acumula, todas en la zona creativa y el ataque: Krohn-Dehli, Vicente, Pedro Sánchez y Carlos Fernández. El 4-3-3, con Christian Santos como delantero centro, parecía haber solventado los problemas con que el Depor despidió 2018 y empezó 2019, pero se nubló de nuevo ante el Tenerife (0-0) y es probable que Natxo introduzca matices en Granada.
Por un lado, retoques en el sistema, más próximo a un 4-4-2, aunque amoldable, y también cambios de nombres: Fede Cartabia regresará a la titularidad, Quique pasará a ser el delantero de referencia pese a su falta de gol en los últimos partidos, Pedro Mosquera, que no juega desde diciembre podría sentar a Didier y Saúl y Caballo batallarán por el lateral.