El ‘derbi romano’, intensificado desde la irrupción, en el curso 2012/2013, del Basquet Coruña en la LEB Oro, vivirá el sábado su decimotercer capítulo en fase regular, una cita marcada por las vidas cruzadas en varios aspectos.
El primero es la paridad, seis victorias para cada equipo, con un balance de 3-3 en ambas canchas. La tónica varió en la campaña 17/18, cuando Gustavo Aranzana retomó la senda de Antonio Herrera en la 12/13, ningún triunfo en los dos encuentros.
Una tendencia que invirtió la llegada al banquillo naranja de Tito Díaz, ahora director general del Breogán: ganó en tres de sus cuatro visitas al Pazo Provincial en fase regular y una en playoffs. El balance ante su alma máter en las cuatro temporadas al timón de la ‘marea naranja’ es de 6-2, y de 9-4 contando el único derbi en postemporada, en el curso 14/15, que el Basquet Coruña cerró con un humillante 99-63 (la mayor diferencia en los 21 cara a cara hasta la fecha en la actual Oro) en el quinto partido, disputado en Riazor.
En aquel encuentro, el entonces celeleste Jeff Xavier firmó 12 puntos, 2 rebotes y 3 robos. El escolta caboverdiano, que en el primer duelo de la eliminatoria (90-86) se fue hasta los 30 tantos (7 de 12 en triples), es uno de los dos protagonistas de aquella inolvidable serie de cuartos de final que el sábado estará sobre el parquet del Pazo. El otro es Dago Peña, uno de los referentes de aquel Basquet Coruña y que ahora es uno de los hombres importantes del Breogán, aunque, de momento, la aportación del alero internacional dominicano –disputó con su selección el Mundial de China de este año– está lejos de la de su primera campaña completa, la 16/17, en el baloncesto español (en la 15/16 llegó a falta de nueve jornadas).
Cuatro supervivientes
El naranja Pablo Ferreiro y los celestes Salva Arco, Sergio Quintela y Christian Díaz –curiosamente fue el único de los 34 partidos de fase regular que no jugó– son los supervivientes del último derbi, el jugado el 20 de abril de 2018 en el coliseo herculino, que concluyó con victoria visitante por 86-93 en una penúltima jornada a la que el conjunto lucense llegaba ya con el ascenso directo en el bolsillo, un regreso a la ACB certificado una semana antes, y el BC con su billete para los playoffs, donde en primera ronda estuvo a punto de eliminar en cuartos al equipo que acompañaría al Breogán, el Manresa.
La historia liguera del derbi romano (etiqueta que entonces estaba muy lejos de acuñarse) nació en la temporada 98/99, la única en que herculinos y lucenses coincidieron en la entonces LEB a secas.
El Breogán, que acabaría consiguiendo su penúltimo ascenso a la ACB, se anotó los dos partidos. En la primera jornada, en la Polideportiva de Riazor, por un durísimo 47-96, y en la décimocuarta, en el Pazo Provincial, por 70-65.
