Entre lágrimas en el Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía, inconsolable, tapándose con la camiseta en la mano, Luis Suárez cerró su paso por la Copa América, que se acabó para Uruguay desde el punto de penalti, donde su goleador esta vez no estuvo acertado.
Ironías del fútbol, a uno de los goleadores de esta Copa América le frenó en seco uno de los guardametas más goleados, el peruano Pedro Gallese, que venía de encajar un 0-5 ante Brasil pero adivinó a la perfección que su disparo en el primer lanzamiento de la tanda, tomado con mucha carrerilla, más allá del borde del área, iba a ir al palo derecho de su portería.
Suárez corrió hacia el balón, golpeó fuerte en la carrera al esférico, que tuvo potencia pero no la suficiente para superar a un Gallese que comprendió rápidamente hacia dónde iba el lanzamiento y dónde colocarse para repelerlo con su cuerpo, generando así una ventaja para Perú que fue definitiva, porque ninguno de sus compañeros falló.
Cierre a la temporada
Fue el cierre a la temporada del goleador charrúa, pero muy lejos de donde él habría deseado. Su final soñado era en el Maracaná de Río de Janeiro donde se jugará la final de la Copa América, levantando su segundo título en este torneo, tras el de Argentina 2011.
En la tanda de penaltis, clausuró el curso con lágrimas tras un final amargo, muy amargo para Luis Suárez, pese a la Supercopa de España y el títulño liguero logrado con el Barcelona.
El delantero celeste llegó a Uruguay tras sufrir una lesión en el menisco de su rodilla derecha en el momento más duro para su equipo, la derrota por cuatro a cero en Anfield Road ante el Liverpool y la eliminación de la Liga de Campeones.
“Después de la eliminación de Champions, quería desaparecer del mundo. Fueron los peores días de mi vida y de mi carrera, junto a los del Mundial de 2014”, admitió el delantero.
Tras el paso por el quirófano, la derrota del Barcelona en la Copa ante el Valencia por dos goles a uno hizo que el punta tuviera que aclarar la necesidad de su operación.
“Estaba mal. La gente no sé si sabe lo que es tener el menisco roto, es imposible seguir jugando”, explicó al inicio de la presente edición de la Copa América que se disputa en Brasil.
Con esas intenciones acudió a una competición emotiva para él, con el objetivo de volver a ganar con la celeste y mostrar a sus hijos un triunfo continental con la camiseta charrúa.
El objetivo se quedó en Salvador de Bahía, tras un infausto lanzamiento de penalti para Luis Suárez, envuelto en lágrimas en la eliminación de Uruguay.