“El fútbol es un estado de ánimo”, decía Jorge Valdano, y tantos otros, y no le falta razón. La confianza es un aspecto clave en el deporte y en multitud de ocasiones es el motor del éxito. Que se lo digan al Deportivo Abanca, que comenzó la temporada encadenando derrota tras derrota y poco a poco fue cayendo en un abismo anímico que tocó fondo a finales de noviembre con la dolorosa goleada en Riazor ante el Atlético de Madrid (1-8).
Sin embargo, el pasado sábado empezó a salir el sol para el conjunto coruñés. La victoria en Eibar (2-4), la primera de la temporada, supuso una inyección de moral para jugadoras y cuerpo técnico después de un arranque de Primera Iberdrola 2020/21 para olvidar.
El siguiente objetivo del Depor es confirmar la reacción y no convertir la alegría cosechada en tierras vascas en un espejismo. La situación sigue siendo extremadamente delicada y el conjunto blanquiazul no se puede permitir caer en la autocomplacencia.
Colista con tres puntos, el Deportivo recibe hoy en Abegondo (12.00 horas) a otro equipo en apuros: el Logroño, único club de la categoría que todavía no sabe lo que es ganar en la presente campaña.
Se trata de un duelo directo e inédito, ya que ambos equipos no se enfrentaron en la pasada temporada por diferentes circunstancias. En la primera vuelta no se celebró el partido en Abegondo debido a la huelga de futbolistas, mientras que el encuentro de la segunda vuelta no se llegó a disputar por culpa de la suspensión prematura de la competición por parte de la Real Federación Española de Fútbol a causa de la pandemia de Covid-19.
Once repetido
Manu Sánchez, entrenador del Depor Abanca, presentó en Eibar la misma alineación que dos semanas antes había caído con estrépito ante el Atlético. El técnico declaró ayer en rueda de prensa que con esa decisión pretendía dar “una base de confianza al grupo de jugadoras que sufrió ese varapalo y que vieran que ellas eran capaces”. Y la fórmula funcionó.
Por lo tanto, no se esperan cambios en el once de hoy frente al Logroño. La costarricense Noe Bermúdez defenderá la portería blanquiazul de nuevo debido a la ausencia, una semana más, de Esther Sullastres, aquejada de una lesión en el hombro que ni el propio Manu Sánchez sabe hasta cuando la tendrá de baja: “Es un problema complicado. Lo está llevando bien, es una jugadora inteligente. Conoce su cuerpo perfectamente; pero la evolución es lenta e inesperada. Puede estar la semana que viene disponible como puede tardar alguna semana más”, aseguró el técnico.
La línea defensiva estará formada, salvo sorpresa, por Cris Martínez en el lateral diestro, Ainoa Campo y la ‘tica’ Stephannie Blanco como pareja de centrales, y Noelia Villegas en el flanco izquierdo.
Por delante, Iris Arnaiz actuará como mediocentro escoltada por la colombiana Carolina Arbeláez, que definitivamente se ha hecho con un puesto de titular en la medular, y por Alba Merino, que en Eibar anotó desde el punto de penalti su primer gol de la temporada.
Por último, el ataque del Deportivo estará formado por el tridente que tantas alegrías dio a la parroquia blanquiazul durante la campaña pasada. Gaby, que también estrenó el pasado sábado su cuenta anotadora, será la conexión entre el centro del campo y una delantera formada por la dupla Peke-Athenea. La jugadora vasca fue clave en el triunfo en Eibar con un doblete, mientras que la habilidosa futbolista cántabra se ha mantenido como una de las pocas certezas del Depor desde el inicio de esta accidentada temporada.
El resto de la convocatoria la completan la portera del filial, Jessica Carro, y las jugadoras Michelle Romero, Kika, Helena, Bedoya, Lady Andrade, Carlota, Patri López y Lía. Además de la baja de Sullastres, la lateral Kenni Thompson continúa una semana más en el dique seco.
Manu Sánchez, cauto
El entrenador Manu Sánchez declaró ayer en una rueda de prensa telemática que la victoria ante el Eibar no le hace perder el foco y olvidar la delicada situación que todavía atraviesa su equipo, farolillo rojo de la categoría.
“Me gustó mucho ver la reacción del equipo tras el final del partido (en Eibar). Más que alegría, observé lágrimas de rabia e impotencia. Y eso me agrada porque veo que hay un sentimiento de responsabilidad muy grande con el club. Personalmente sigo estando incómodo porque creo que no estamos a la altura de lo que deberíamos estar y soy el máximo responsable. Estoy feliz por ellas pero procuro abstraerme de esa felicidad efímera para ser responsable y consecuente con lo que tenemos entre manos”, apuntó el míster deportivista.
Por otro lado, Manu también analizó el cambio de juego del Depor, que tras el varapalo ante el Atlético busca ser más pragmático y minimizar los errores en la salida de balón.
“Es un trabajo complejo porque somos un equipo con una esencia y una plantilla diseñada para un estilo de juego muy particular. A lo largo de los partidos hicimos diferentes cambios pero no acertábamos con lo que necesitábamos y seguíamos siendo un equipo muy vulnerable así que intentamos minimizar esos riesgos”, comentó Manu, que elogió a un Logroño que cuenta con cuatro puntos sumados en cuatro empates: “El Logroño me gusta mucho. Gerardo hace un trabajo espectacular y creo que este año han hecho muy buenas incorporaciones. Destacaría a una institución en este país como es Jade (Boho). Es una jugadora increíble que es capaz de arrastrar a todo el grupo. Poco a poco van encontrando un once más o menos definido y es un equipo que intenta jugar, aunque estas últimas semanas está intentando minimizar riesgos atrás, como nosotros. Tiene un fútbol dinámico y buscan ser vertical para aprovechar la velocidad que tiene arriba”.
El miedo, un factor clave
El Logroño se presenta en A Coruña necesitado de puntos y con su entrenador, Gerardo García, destacando la capacidad de ambos equipos para sobreponerse a los nervios como una de las claves del enfrentamiento en Abegondo.
“Va a haber muchos miedos y ganas de ganar por parte de los dos equipos. El que menos errores cometa y mejor interiorice lo que tiene que hacer, se llevará el gato al agua”, declaró el exfutbolista de Valencia, Málaga y Villarreal, entre otros.
Clasificado para la final de la Copa de la Reina, el Logroño necesita la victoria para remontar el vuelo en un año 2020 en el que solo ha logrado dos victoria en liga.