Messi se rompió el radio de su brazo derecho en el último encuentro de Liga contra el Sevilla y estará tres semanas de baja. Sin el astro de Rosario afrontará esta primer semana en la que, además de jugarse el liderato contra el Inter en la Champions, recibirá al Real Madrid en el clásico liguero.
Con el ‘10’ en sus filas, goleó a al PSV Eindhoven (4-0) y al Tottenham Hostpur (2-4) en las dos primera jornadas de la máxima competición continental. Messi anotó cinco de esos ocho goles.
En el Camp Nou, intentará mañana sumar su tercer victoria en esta ‘Champions’ a costa del conjunto italiano, que también ha vencido en sus dos primeros duelos europeos, aunque por la mínima (2-1 al Tottenham y 1-2 al PSV).
Pero la del crack argentino no será la única baja del Barça, que sigue sin poder contar con los lesionados Samuel Umtiti y Thomas Vermaelen. Gerard Piqué y Clément Lenglet continúan como únicos centrales sanos de la plantilla, por lo que repetirán titularidad mañana.
El técnico del conjunto azulgrana, Ernesto Valverde, podría apostar por Sergi Roberto en el lateral derecho en detrimento de Nelson Semedo. Jordi Alba es un fijo en el lateral izquierdo.
En el centro del campo, Sergio Busquets e Ivan Rakitic también lo son pero, a partir de ahí, se abren toda una serie de posibilidades para encajar en el sistema la ausencia de Messi, el jugador que condiciona todo el dibujo de este Barcelona.
En este contexto, Valverde podría renunciar al 4-3-3, para reforzar el centro del campo con Arthur Melo y Arturo Vidal o Rafinha Alcántara con volantes, Luis Suárez como delantero centro y Philippe Coutinho como media punta. Si finalmente decide mantener el tridente ofensivo, sería Ousmane Dembélé quien acompañaría a Coutinho y Suárez arriba.
Nainggolan
El Inter de Milán también afronta el partido con una baja sensible, la del belga Radja Nainggolan, su líder en el centro del campo y que se lesionó en el tobillo izquierdo contra el Milan. Tras ganar sus dos anteriores encuentros, el Inter intentará sumar los primeros puntos de su historia en el Camp Nou, un estadio del que siempre salió derrotado, con un balance de seis goles recibidos y cero marcados.